El verano y sus altas temperaturas nos obligan a beber agua de forma constante. De hecho, los expertos recomiendan hidratarse aunque no tengamos sed. En concreto, el Instituto de Investigación Agua y Salud recomienda beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día (de 6 a 8 vasos).
Sin embargo, no todos los líquidos sirven para hidratarse. El Ministerio de Sanidad asegura que es mejor evitar las fórmulas azucaradas, así como las bebidas muy frías, pues contribuyen a desestabilizar la temperatura corporal y, por tanto, aumenta la sensación de sed.
Evita esta infusión en verano
Según detallan desde el medio Hule & Mantel, lo ideal en verano es optar por comidas más ligeras. De hecho, el citado ministerio recomienda tomar frutas y verduras que pueden servir para preparar ensaladas, cremas frías, gazpacho o zumos naturales.
Sin embargo, hay que huir de las infusiones diuréticas, ya que pueden generar deshidratación. Además, este tipo de bebidas suelen aumentar la actividad de los riñones y, por tanto, hay que orinar más veces. De esta forma, el cuerpo expulsa más líquido, o lo que es lo mismo, pierde más agua.
Otros alimentos perjudiciales
Más allá de la ingesta líquida, la alimentación juega un papel fundamental en la hidratación del organismo. Durante los meses más calurosos, es aconsejable tomar frutas como sandías, melones o melocotones, así como hortalizas como la lechuga, el apio y las acelgas.
Los expertos animan a los consumidores a tener digestiones más livianas con las altas temperaturas. Por ello, desaconsejan el consumo de carnes rojas, snacks y embutidos durante los meses de verano.