Es una de las orientaciones sexuales menos conocidas por la sociedad. Solo una de cada diez personas en España conoce el significado real del término. Aunque los modelos de relación entre personas demisexuales pueden ser muy diversos, todos comparten un elemento esencial y común que es el de la necesidad de haber formado un vínculo sentimental antes de intimar.
El conocerse y empezar a sentir por la otra persona es crucial para que cualquier persona demisexual pueda plantearse tan siquiera un encuentro íntimo. Y es que para quienes se identifican como demisexuales, son las emociones las que despiertan el deseo.
¿Qué es la ‘demisexualidad’?
La demisexualidad se define como la incapacidad de sentir atracción sexual hacia alguien desconocido o por el que no exista un vínculo emocional profundo.
Estas personas a menudo confiesan no tener la necesidad de sexo ni de cualquier tipo de contacto afectivo del tipo besos con otra persona si no sienten algo por ella. Hay que matizar que el establecer un vínculo afectivo no asegura que estos empiecen a sentir atracción sexual, solamente es un requisito necesario para que esta pueda darse lugar al encuentro.
Una orientación que parece emergente, con una definición muy concreta que ha sufrido una falta de visibilidad total hasta hace solo unos años.
Demisexualidad: una conexión entre amor y deseo
Para quienes sienten que la atracción no puede separarse del amor, existe una definición que cada vez gana más reconocimiento gracias a la labor de escaparate público que hacen muchas personalidades conocidas que se sienten identificadas con ella. Esta forma de entender las relaciones amorosas y sexo afectivas resulta más común en España de lo que podríamos imaginar.
Así lo ha confirmado la reciente declaración de una de las actrices más queridas de nuestro país, Ana Milán, en su última entrevista en el pódcast ‘A solas con…’ de Vicky Martín Berrocal: "Tengo que estar vinculada emocionalmente a alguien para que me apetezca. O sea, el deseo yo lo tengo vinculado al amor", confesaba ante la atenta mirada de la diseñadora.
Con una elegancia infinita, Ana Milán añadía orgullosa una declaración a la confesión de que jamás se había acostado con una persona de una noche: "El sexo por el sexo me cuesta mucho. El intercambio de fluidos me da perecita, no me gusta... ¿Tú sabes lo que es un cuerpo? Qué asco". Su sinceridad visibilizaba una orientación que no centra la pulsión romántica y atracción en lo físico, sino en los sentimientos.
¿Qué significa ser demisexual?
Este concepto es muy disruptivo en una sociedad actual como la que tenemos, donde todo está tremendamente sexualizado y donde se da por hecho y sentado el sexo y el fácil acceso a este.
La atracción a menudo cosida al atractivo físico es cuestionada por un modelo de vivir las relaciones que pone de manifiesto y el valor a la necesidad de enamorarse para experimentar el deseo sexual.
El poder de la conexión emocional en la demisexualidad
Según el Demisexuality Resource Center, la mayoría de las personas demisexuales rara vez sienten atracción sexual, especialmente en comparación con la población general. En muchos casos, su interés por la actividad sexual es bajo o incluso inexistente, salvo que se desarrolle esa conexión emocional especial.
Lo interesante es que el vínculo emocional no siempre garantiza la aparición de atracción sexual. En ocasiones, esta puede surgir tras años de amistad o cercanía con alguien.
¿En qué se diferencia la demisexualidad de otras orientaciones?
Una persona demisexual a menudo suele decretar no sentirse identificada con la bisexualidad -pues esta estípula la atracción sexual por ambos géneros- pero sí poder experimentar cierto deseo dado el caso por una persona de su mismo sexo si se generase ese grado de implicación emocional con ella.
Demisexualidad y asexualidad
Aunque la demisexualidad está relacionada con el espectro asexual, ambas orientaciones son muy diferentes. Mientras que los asexuales suelen no experimentar atracción sexual en ningún contexto ni momento de la vida, las personas demisexuales sí pueden sentirla cuando se enamoran o sienten un vínculo lo suficientemente fuerte como para llevar a cabo este intercambio de energía.
Por esta razón, muchas personas demisexuales solo experimentan atracción sexual hacia un número reducido de personas a lo largo de su vida, o incluso únicamente hacia las parejas.
Demisexualidad y pansexualidad
A veces, se confunden la demisexualidad y la pansexualidad, pero son conceptos totalmente distintos. Los pansexuales, por ejemplo, se sienten atraídos por personas independientemente de su género: hombres, mujeres, personas no binarias o de género fluido. La atracción en este caso no está limitada por el género, sino que depende de otros factores como la personalidad mientras que los demisexuales se enfocan en la conexión emocional.
El propio término "pansexual" lo deja claro: el prefijo pan- significa "todo".
Rompiendo con los estereotipos
La demisexualidad pone en valor una forma de amar y desear que trasciende la atracción física inmediata. Habla de un amor meditado, consciente y paciente. Este enfoque ligado a lo emocional rompe con esa celeridad para intimar que se nos ha vendido desde otros prismas de la modernidad y los medios.
Los demisexuales desafían los estereotipos de la cultura occidental sobre la sexualidad, promoviendo una visión más romántica o incluso energética de las relaciones humanas.