Muchas personas dan comienzo a sus relaciones sobre unas premisas algo confusas a las que no saben cómo se han de enfrentar. ¿Quién dijo que al amor fuera algo fácil? Sabemos lo complicado que resulta bucear entre lo que vives y entre lo que sientes cuando ambas aguas parecen pertenecer a distinto mar.
Si tu pareja es encantadora cuando estáis a solas, pero no tiene normalidad a la hora de llevarte con sus amigos o familia, podrías estar viviendo un caso conocido como pocketing. Este término hace referencia a un comportamiento nocivo que muchas veces ocurre en la pareja, y que la psicología ha tenido a bien dar visibilidad en los últimos años. Este término pone de manifiesto una tendencia al ocultamiento, que a menudo suele negarse por parte de una de las partes.
¿Qué es el 'pocketing' y cómo saber si lo estás viviendo?
Imagina estar paseando con tu pareja por un centro comercial. Mientras recorren tiendas, se encuentra con alguien conocido, se detiene a hablar... pero no te presenta. Te ignora por completo, como si no estuvieras allí. Si has vivido una situación similar, sabes lo incómodo y desconcertante que puede resultar eso.
Este comportamiento refleja el núcleo del pocketing. ¿Tú también has sentido que alguien con quien compartes vida en común intenta hacer vuestro vínculo invisible para su entorno cercano? Cuidado porque podrías estar padeciendo esta palabra anglófila.
Una mirada atenta al 'Pocketing': más común de lo que parece
Lo cierto es que el término describe una situación que ha existido desde unos años a esta parte, donde todos parecemos saber todo de nuestro entorno. El hecho de no subirte a redes sociales, no presentarte o hasta evitar planes en sitios muy concurridos o públicos pueden estar evidenciando una tendencia al pocketing.
Esta práctica es cuanto menos dañina, pues a menudo genera desconfianza y una serie de dudas que perturban la seguridad de la persona afectada en este juego. Lo más importante es no ignorar cómo te hace sentir esta situación. Si notas que el pocketing afecta tu autoestima o genera incertidumbre o celos, es fundamental tomar medidas.
Las señales que evidencian el ‘pocketing’
Antes de etiquetar cualquier acción como pocketing, es importante analizar el contexto. No todas las veces que tu pareja omite una presentación significa que intenta ocultarte.
Cada persona es un mundo e incluso puede que haya una justificación para este comportamiento. Sin embargo, si esta actitud te hace sentirte vulnerable y mal en tu vínculo, es momento de reflexionar. El pocketing no siempre es fácil de identificar, pero algunas señales comunes incluyen:
• Evita presentarte a amigos o familiares de forma intencionada.
• Nunca te incluye en planes que involucren a personas de su entorno.
• Prefiere quedarse en casa contigo en lugar de salir a lugares públicos.
• Rehúye espacios donde sabe que podrían encontrarse con conocidos.
• No sube fotos contigo ni hace referencia a la relación en redes sociales.
Cómo abordar el tema sin discutir
La clave para despejar dudas es la comunicación con tu pareja. El hecho de evitar el conflicto no hará que este se pase o que este no esté ahí. Hablar abierta y honestamente puede ayudar a entender si hay algo en tu actitud que le incomoda a la hora de presentarte en sus círculos o si bien esta actitud responde a motivos personales más difusos que le llevan a actuar así.
En vez de enfrentar a tu pareja de forma invasiva o belicista, busca un momento en el que ambos estén relajados para expresar tus inquietudes. Pregunta con curiosidad pero sin reproches:
• “Me gustaría saber si en algún momento podré conocer a tus amigos o tu familia.”
• “¿Por qué prefieres mantener nuestra relación privada?”
¿Por qué alguien haría ‘pocketing’?
Si la conversación fluye de manera sincera, podrías descubrir razones válidas como experiencias negativas pasadas, miedo al compromiso o simplemente la necesidad de tomarse las cosas con calma.
Las razones detrás de este comportamiento pueden variar. Algunas de las más frecuentes incluyen:
• Mantiene otra relación o no quiere dar explicaciones a su entorno.
• Evita el compromiso o siente presiones culturales o familiares.
• Está lidiando con una ruptura reciente y aún guarda esperanzas de retomar esa relación.
• Encuentra estimulante mantener el vínculo en secreto.
• Siente vergüenza de su propio entorno, más que de la relación.