La doctora Sari Arponen, una destacada especialista en microbiota y doctora en Ciencias Biomédicas, ha compartido su visión sobre cuánto tiempo deberíamos dejar pasar entre comidas para mantener una buena salud. Según Arponen, la microbiota, ese conjunto de microorganismos que habita en nuestro cuerpo, juega un papel crucial en nuestra salud general y bienestar.
La microbiota se encuentra principalmente en el intestino, pero también en la piel, la boca, el estómago y el tracto urogenital. Cumple funciones esenciales como ayudar en la digestión, protegernos de microorganismos perjudiciales y mantener la integridad de nuestras barreras corporales frente al mundo exterior. Además, produce sustancias como vitaminas que afectan el funcionamiento del cerebro y regulan el sistema inmunitario.
¿Cuánto tiempo hay que dejar entre comidas?
Arponen señala en declaraciones a El Mundo que alteraciones en la microbiota pueden manifestarse de diversas maneras, como problemas digestivos, inflamación de las encías, caries, problemas de la piel y hasta síntomas a distancia como dolores de cabeza y falta de energía. Estos problemas pueden ser indicativos de que algo no va bien con nuestra microbiota.
En cuanto al tiempo entre comidas, aunque Arponen no especifica un intervalo exacto, señala que debe haber un mínimo de cuatro horas entre comida y comida. Otros expertos recomiendan esperar al menos tres horas entre comidas para permitir una digestión adecuada y evitar picos constantes de glucosa en el organismo. Este tiempo permite que los alimentos se muevan a través del sistema digestivo y se absorban adecuadamente los nutrientes.
El periodo de ayuno
Además, se sugiere un período de ayuno de aproximadamente 12 horas entre la cena y el desayuno del día siguiente. Este ayuno nocturno puede contribuir a un mejor metabolismo y a la regulación del peso, así como a darle al cuerpo el tiempo necesario para procesar los alimentos y realizar funciones de reparación y mantenimiento.
En resumen, la doctora Sari Arponen nos recuerda la importancia de escuchar a nuestro cuerpo y de darle el tiempo necesario para procesar cada comida. Esto no solo beneficia nuestra microbiota y salud digestiva, sino que también puede tener un impacto positivo en nuestra salud general y bienestar. Mientras que las recomendaciones pueden variar según cada individuo, es claro que un enfoque consciente y equilibrado hacia la alimentación y los intervalos entre comidas puede ser beneficioso para nuestra salud a largo plazo.