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Consumo prohibirá estas bebidas en los centros escolares: "Tienen un impacto negativo en la salud"

Se trata de unos refrescos con un alto contenido en cafeína que puede afectar a la conducta de los jóvenes provocando arritmias cardíacas o nerviosismo, entre otros efectos

Ana Siles

Una menor consume una de las bebidas energéticas que hay en el mercado / EP

Adiós a las bebidas energéticas. El Gobierno ha anunciado que se va a prohibir la venta de estos refrescos en los centros escolares. El principal motivo es que la mayor parte de ellas no cumple con la próxima normativa que regulará el contenido de las bebidas que se pueden comercializar en las cafeterías y máquinas expendedoras de los espacios educativos.

El secretario de Consumo y Juego, Andrés Barragán, ha precisado que las bebidas que se adquieran en estos centros no deberían superar los 15 miligramos (mg) de cafeína por 100 mililitros (ml).  Sin embargo, estos líquidos suelen contener 32 miligramos de cafeína por cada 100 mililitros y, por tanto, la medida anuncia tiene como objetivo limitar el consumo de estos productos. 

Consecuencia para la salud

Consumidor Global ya advirtió de los efectos negativos de las bebidas energéticas para la salud. La nutricionista María Sánchez, eHealth Manager de Cigna Healthcare, ya explicó a este medio que los menores pueden desarrollar problemas de insomnio, aumento de la presión arterial, arritmias cardíacas, nerviosismo, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales.

Bebidas energéticas / UNSPLASH

Muchos estudiantes recurren a las bebidas energéticas durante las jornadas intensas de estudio. No obstante, el alto contenido en cafeína puede llegar a conseguir todo lo contrario. Así, déficit de atención e hiperactividad puede afectar no solo al rendimiento académico sino a la propia conducta de los jóvenes. 

Fomento de una alimentación saludable 

Las bebidas energéticas se comercializan en envases de entre 300 a 500 mililitros. De ahí que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) haya remarcado los potenciales riesgos para la salud que conlleva su ingesta, como ha recordado Barragán.

El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 pretende regular este aspecto tras un análisis jurídico preliminar que concluyó que también se podría llevar a cabo por el Estado por la regulación de legislación básica. El departamento que dirige Pablo Bustinduy ultima además el real decreto para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos, y trabaja en otro para limitar la publicidad de los productos no saludables.

Una publicidad "muy agresiva"

Buena parte de lla popularización del consumo de estas bebidas se debe, según Barragán, a las campañas de publicidad emprendidas por los fabricantes de estas bebidas en las últimas décadas."Una comercialización muy agresiva desde hace años, una publicidad muy dirigida al público adolescente, que ha ido calando poco a poco y que queremos atajar", apunta el secretario de Consumo.

Este tipo de prácticas comerciales han desembocado en unos hábitos poco saludables. La Aesan destaca la irritabilidad, el insomnio o los trastornos cardiovasculares, entre otras consecuencias, que se multiplican si se mezcla con alcohol. "Son elementos que preocupan mucho a las familias y los datos nos señalan que hay un consumo elevado, incluso crónico", advierte el secretario general.

La sección de bebidas energéticas de un supermercado / PIXABAY

En pleno auge 

El consumo de bebidas energéticas está en pleno auge entre los jóvenes. Así lo indican los últimos estudios de la Aesan, dependiente de Consumo y del Plan Nacional sobre Drogas.

Cuatro de cada diez estudiantes de entre 14 y 18 años ha tomado bebidas energéticas en el último mes, su consumo es mayor en los chicos (casi el 50 %) que en las chicas (cerca del 30 %), y el 16 % de ellos, además, ha mezclado alcohol con bebidas energéticas en esos últimos treinta días.

El plan del Gobierno

Consumo incluirá en sus futuras normativas estos criterios sobre el consumo de bebidas en los centros escolares, y observará de cerca las iniciativas que en ese sentido se están realizando a nivel autonómico, como en Galicia o Asturias, que recientemente han anunciado una regulación para prohibir el consumo de bebidas energéticas por los menores.

Bebidas y productos de marca blanca en un supermercado / PIXABAY

El Ministerio evaluara cuál es el impacto de estas medidas con el objetivo de trasladar un mensaje bien claro, según Barragán: "las bebidas energéticas tienen un impacto negativo sobre la salud de los niños, las niñas, los adolescentes y también en las embarazadas y las lactantes".

La recomendación de Consumo

Los científicos llaman la atención del riesgo de interacción con los medicamentos, así como sobre la presencia de otros componentes con principios activos naturales como el ginseng o el gingko, con ingesta contraindicada en periodos de embarazo y lactancia. En el caso del ginseng, también en la infancia y adolescencia.

Una lata vacía de una bebida energética / PIXABAY

Consumo recomienda no tomarlas para rehidratarse tras realizar deporte y, si se ingieren, hacerlo ocasionalmente y eligiendo los formatos de menor tamaño. Este tipo de bebidas debe llevar una etiqueta con la advertencia del contenido elevado de cafeína e incluir la cantidad exacta.