Cada vez son más las personas que se preocupan por su salud e intentan comer alimentos saludables y hacer más ejercicio físico, pero la boca y los dientes continúan siendo una parte del cuerpo a la que no se presta la suficiente atención. Y es un error porque, en cierto sentido, actúa como semáforo o como anuncio: la cavidad bucal es un órgano complejo y diverso que puede ofrecer pistas sobre el estado del resto del cuerpo.
Alba Gómez, especialista en odontología del Hospital Quirónsalud Valencia, explica a este medio que la mala higiene bucal puede afectar a la salud general, existiendo una estrecha relación entre esta y las enfermedades cardiovasculares y diabetes. Asimismo, afirma, la mala salud bucodental incrementa el riesgo de infecciones respiratorias y complicaciones en el embarazo.
Indicador temprano de diabetes o problemas nutricionales
“La salud oral también puede ser un indicador temprano de condiciones como diabetes, deficiencias nutricionales, osteoporosis, enfermedades autoinmunes y cáncer”, detalla.
Por eso, mantener una buena higiene bucal no solo previene los problemas dentales, sino que también ayuda a identificar y gestionar problemas de salud subyacentes. En este sentido, la doctora Gómez resalta la importancia de la colaboración interdisciplinaria en el cuidado del paciente.
El papel del estrés
En los últimos tiempos también se ha producido un mayor reconocimiento del papel fundamental que juega el estrés en la salud en general gracias a los profesionales médicos y a las autoridades científicas. Al respecto, la doctora Gómez reconoce que el estrés puede afectar negativamente la salud bucal, causando bruxismo, enfermedad periodontal, sequedad bucal, úlceras y descuido en la higiene oral.
“Además, puede fomentar hábitos nocivos como fumar y consumir alimentos azucarados”, agrega.
Con qué frecuencia hay que lavarse los dientes
Muchas personas no son conscientes de la complejidad de la salud bucodental y de los diversos factores que pueden afectar al estado de las encías y los dientes. Así, la experta de Quirónsalud afirma que lavarse los dientes dos veces al día es fundamental, pero con eso no basta. “Para mantener una boca sana es necesario complementarlo con el uso diario de hilo dental, enjuague bucal, una dieta equilibrada, visitas regulares al dentista y evitar hábitos nocivos como fumar”, enumera.
Al mismo tiempo, la doctora Gómez detalla que debe usarse una cantidad de pasta de dientes del tamaño de un guisante para adulto y del tamaño de un grano de arroz para niños.
Cómo cepillarse los dientes
Tras esto, hay que colocar el cepillo (que no puede durar siglos: debe reemplazarse “cada tres meses o cuando las cerdas estén desgastadas”, detalla la especialista en odontología) en un ángulo de 45 grados con respecto a las encías y cepillar todas las superficies de los dientes con movimientos circulares o de ida y vuelta. No debe hacerse con prisa: el proceso, que es imprescindible realizar dos veces al día, debe durar dos minutos.
Gómez subraya que la lengua también debe cepillarse, y, por supuesto, hay que enjuagar bien con agua después del cepillado.
La importancia del hilo y el enjuague bucal dental
El cepillo de dientes, por su diseño, no puede acceder a los espacios interdentales, en los que se acumula una gran cantidad de placa bacteriana y restos de comida que a veces tiende a obviarse.
El hilo dental está diseñado específicamente para limpiar estas zonas y eliminar restos que pueden causar caries, gingivitis y periodontitis. En la misma línea, el enjuague bucal es un escudo eficaz que permite reducir las bacterias.
La importancia del cepillo eléctrico
Otros artículos que parecen acaparar la atención de los clientes son los cepillos eléctricos, pero tampoco son la panacea. “Los cepillos eléctricos ofrecen varios beneficios, como una mejor eliminación de placa, facilidad de uso y temporizadores integrados que pueden promover un cepillado más eficaz. Aunque pueden ser más costosos, su eficacia en mejorar la salud bucal puede justificar la inversión para muchos usuarios”, argumenta la especialista en odontología.
“Sin embargo, con la técnica adecuada, un cepillo manual también puede ser efectivo. La elección entre un cepillo eléctrico y uno manual depende de las necesidades y preferencias individuales”, apunta.
Con qué frecuencia hay que ir al dentista
Visitar al dentista puede dar pereza o incluso miedo, pero hacerlo es una inversión a largo plazo. “Se recomienda visitar al dentista al menos dos veces al año para chequeos y limpiezas regulares. Dependiendo de tus necesidades individuales, como condiciones médicas, hábitos de higiene bucal y factores de riesgo, tu dentista puede sugerir una frecuencia diferente”, arguye la doctora Gómez, que recuerda que, en cualquier caso, las visitas regulares ayudan a prevenir problemas dentales y mantener una buena salud bucal a largo plazo.
Con todo, si el paciente experimenta dolor dental, sangrado de encías, hinchazón, movilidad dental, sensibilidad, retracción de encías o fracturas dentales debe encender las alarmas y visitar al dentista de inmediato. “Estas señales pueden indicar problemas que requieren atención urgente para prevenir complicaciones más graves y mantener una buena salud oral”, afirma la doctora Gómez.
El papel de la dieta y la alimentación
Una dieta equilibrada y saludable es fundamental para mantener la salud bucal.
La especialista de Quirónsalud recomienda limitar el consumo de azúcares, bebidas carbonatadas, alimentos ácidos y alcohol, y resalta que consumir más frutas, verduras, lácteos, frutos secos y agua puede ayudar a proteger los dientes y encías.
Mitos en torno a la salud oral
Por último, la doctora Gómez enumera una serie de creencias erróneas sobre la salud oral que conviene desmentir:
- Solo hay que ir al dentista si tienes dolor de dientes: No es así, las visitas regulares al dentista son esenciales para la prevención y detección temprana de problemas.
- La salud oral no afecta a la salud general: No es así, están interconectadas; mantener la boca sana contribuye a la salud general.
- Los dientes de leche no necesitan cuidados porque se caen: el cuidado de los dientes de leche es crucial para el desarrollo dental y la salud futura del niño. Mantenerlos sanos evita infecciones, dolor y problemas con los dientes permanentes que los reemplazarán.
- El azúcar es el único alimento que provoca caries: Aunque el azúcar es un factor importante en la formación de caries, otros alimentos y bebidas, como los carbohidratos refinados y las bebidas ácidas, también pueden contribuir al desarrollo de caries.
- Cepillarse más fuerte limpia mejor los dientes: Cepillarse con demasiada fuerza puede dañar el esmalte dental y las encías, causando sensibilidad dental y recesión gingival. Lo importante es cepillarse con la técnica adecuada y usar un cepillo de cerdas suaves.