El número de españoles que padecen insomnio crónico se ha duplicado en las últimas dos décadas hasta alcanzar los 5,4 millones de personas, según el estudio de la Sociedad Española del Sueño. En concreto, la prevalencia de este trastorno del sueño ha pasado del 6,4% de la población en 1999 al 14% en la actualidad.
El insomnio afecta de manera global al organismo, alterando nuestro sistema inmune, hormonal, metabólico y también la salud mental. Por ello, para saber más sobre esta dificultad a la hora de iniciar, mantener el sueño o un despertar temprano, hablamos con la responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Sur de Alcorcón (Madrid), la doctora Irene Rubio Bollinger.
¿Cuál es la causa más común del insomnio?
La causa más común de un insomnio agudo “suele ser un evento estresante. En el caso de un insomnio crónico hay múltiples causas y también influye la edad del paciente. Puede deberse a enfermedades concomitantes, malos hábitos, medicamentos, enfermedades como la apnea del sueño o síndrome de piernas inquietas…”, expone la doctora Rubio.
La especialista en sueño también matiza que el insomnio agudo o más breve se circunscribe a un tiempo menor de 3 meses, mientras que el crónico prevalece más allá de este espacio temporal.
El tratamiento más efectivo para mejorar la calidad del sueño
El diagnóstico de un trastorno del sueño es clínico y va acompañado de la realización de una historia clínica completa del paciente. Pero ¿qué avances recientes ha habido en el tratamiento del insomnio?
“La intervención cognitivo conductual del insomnio es la intervención de primera línea aprobada por las asociaciones científicas para combatirlo. Además, farmacológicamente se están probando algunos fármacos antagonistas de la orexina que bloquean la acción de una sustancia del cerebro que mantiene la vigilia”, detalla la doctora de Quirónsalud. En la actualidad, existe una amplia variedad de medicaciones que se emplean para ayudar en ciertos casos a mejorar el sueño, pero deben recetarse durante períodos cortos de tiempo para evitar efectos secundarios como la tolerancia y la dependencia.
Dieta saludable
Una dieta inadecuada, tanto en su composición como una alteración en los horarios, “puede provocar problemas para conciliar o mantener el sueño”, advierte la doctora, quien aconseja mantener unos horarios regulares y realizar rutinas saludables durante el día para llegar bien a la noche.
Algunos alimentos con triptófano, como el pollo, pavo, productos lácteos, huevos, soja, espinacas, plátano y nueces, “pueden ayudar para la relajación”.
Ejercicio físico
¿Qué técnicas de relajación pueden ayudar a combatir el insomnio? ¿Puede el ejercicio físico ayudar a mejorar el sueño? Por su parte, el ejercicio “ayuda a disminuir la temperatura corporal y a disminuir la tensión psíquica y corporal para poder dormir mejor”, señala la especialista. Asimismo, realizar actividades relajantes previas a dormir también ayuda a mejorar la calidad del sueño.
¿Y el uso de pantallas? ¿Afecta al sueño? “La luz de los dispositivos puede alterar la conciliación del sueño por su interferencia con la secreción de melatonina y también por aumentar la actividad cerebral antes de dormir e impedir la relajación”, sentencia la doctora Rubio.