Vino “reservado”: la trampa de García Carrión para que creas que su Pata Negra es mejor de lo que es

El pasado mes de agosto, García Carrión fue reconocida como la bodega más premiada en el concurso Bacchus 2024, el único en España que cuenta con el aval de la Interprofesional del Vino, la OIVE. La casa obtuvo 22 medallas de oro en este certamen, una menos que las que Michael Phelps se colgó al cuello a lo largo de su carrera olímpica. Satisfecho, el grupo, propietario de 19 marcas de vinos (y también de un gigante como Don Simón), sacó pecho, pero, al contrario que sucede con ciertos metales, el prestigio sí puede acabar corroído y oxidado.

Y es que García Carrión navega por aguas turbulentas. Hace un año, la Audiencia Nacional citó como imputados a directivos de Félix Solís y García Carrión, dos de las bodegas más importantes de la Denominación de Origen Valdepeñas, puesto que sospechaba que estos grupos podrían haber vendido como "crianza", "reserva" y "gran reserva" vinos que no cumplían con el periodo mínimo de envejecimiento que exigía la propia denominación. Ahora, un etiquetado entre lo equívoco y lo tramposo enturbia de nuevo los caldos de la empresa.

Vino ‘Reservado’

Se trata de una simple palabra: “Reservado”. Aparece en la parte superior de la etiqueta del vino tinto Pata Negra Reservado - D.O. Valdepeñas, que cuesta menos de tres euros. El concepto resulta problemático porque “reservado” no es un término que se use para clasificar el envejecimiento, ni el tipo de uva ni la región. Nada. Y, como no significa nada, puede significar lo que cada consumidor interprete.

Lo peor, evidentemente, la palabra se parece mucho a otra que implica que el consumidor está ante un vino de una cierta calidad: reserva.

“Es, cuanto menos, engañoso”

“Es, cuanto menos, engañoso”, reconoce a este medio Anastasio Yébenes, responsable de sectores agrícolas de Unión de Uniones, una entidad que actúa en el ámbito agrario, forestal y ambiental a nivel nacional. Con cierto enfado en la voz, este agricultor manchego argumenta que los consumidores que mejor conocen el significado de los conceptos que aluden al grado de envejecimiento del vino (joven, crianza, reserva y gran reserva) son aquellos con cierto nivel económico o cultural, pero esta trampa, evidentemente, no está pensada para ellos.

“Al que está acostumbrado a beber reserva no lo vas a engañar, pero al que no, al que no tiene muchos recursos o información, quizá sí”, critica.

Tiempos del reserva

Cada denominación de origen establece unos criterios respectivos al tiempo de guarda, pero son muy similares. Por lo general, un tinto reserva, para ser tal, debe haber pasado un periodo de envejecimiento mínimo de 3 años. De esos 36 meses, al menos 12 meses deben ser en barrica, y el resto en botella. Por su parte, el crianza debe pasar en barrica entre 6 y 12 meses. García Carrión no especifica si su Pata Negra ha pasado por barrica un solo día.

Por ello, a juicio de Yébenes, esta etiqueta viene a ser “una confirmación de lo que se oye” sobre la D.O. Valdepeñas y García Carrión. “Son actividades deshonestas que muestran que no se va de cara”, expone. Alude así al galimatías que se ha instalado en la D.O. Valdepeñas, que actualmente se encuentra bajo la administración de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha tras una serie de denuncias cruzadas.

“Se están cargando el prestigio”

“Han estado vendiendo como crianzas vinos que no lo eran, y si la gente oye esas cosas y luego ve estas etiquetas, es normal que sospeche”, expone Yébenes. Añade que son García Carrión y Félix Solís “los que se están cargando el prestigio” que pudiera quedarle a Valdepeñas, arrastrando así a los agricultores.

Además, revela que un paladar que no esté muy entrenado podría no apreciar el engaño. “Alguien podría decir que sabe a madera, a pesar de que el vino no ha pasado por barrica. Pero es que hay muchas formas de hacer que sepa a madera”, afirma.

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Legalidad del término

En este sentido, el joven enólogo B-Bacus (Gabriel. A.) cuenta a este medio que, si bien el concepto “reservado” puede chirriar, lo que realmente sería un problema que merecería la intervención de las autoridades sería que se falsificaran las etiquetas traseras que marcan la Denominación de Origen, es decir, el timbrado. Hablar de reservado puede ser espinoso, pero no es, considera este experto, estrictamente ilegal.

“García Carrión es una bodega muy grande, legalmente lo tiene todo muy estudiado. No van a hacer ninguna tontería en ese sentido”, resume.

Ajustar los sabores

Por otra parte, señala que, en la actualidad, “marcas tan grandes como estas pueden elaborar un vino más o menos decente y controlado porque existen una serie de elementos presentes en el propio vino que se pueden potenciar, concentrar o añadir”, explica. Así, es posible sumar al vino científicamente “aromas a barrica” gracias a chips de roble.

Es muy sencillo dar con ellos: en todobarricas.es se comercializan unos “chips enológicos de roble francés de tostado medio”, un “producto alternativo a crianza en barricas”, describe el vendedor, que es “perfecto para aportar aromas de madera de roble y estructura de forma rápida y sencilla a las bebidas”. Así, describe este enólogo, se van ajustando los sabores o la untuosidad.

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“Es una pena”

Preguntado por cómo pueden afectar estas tretas a una región vitivinícola ya bastante vilipendiada, B-Bacus cree que “es una pena, porque Castilla-La Mancha es de los mayores productores del mundo. Estamos hablando de que más de la mitad del vino que se produce en España sale de esta comunidad”, afirma.

No realiza ninguna acusación directa, pero sí cree que puede haber empresas que prioricen la cantidad y tengan “millones de kilos de uva, de su padre y de su madre (que sí pueden haber tenido unos parámetros de calidad determinados), a los que haya que intentar dar salida”.

El riesgo de replicar la trampa

“La administración es la que tiene que poner los medios para que esto no suceda”, dice Yébenes, tajante. Si no hay vetos, otras marcas podrían aprender y empezar a implementar “este tipo de etiquetado engañoso”. “Lo siguiente qué va a ser, ¿gran reservado?”, se pregunta, socarrón. Por el momento, no hay muchos vinos que se comercialicen con este concepto, pero por internet sí se puede encontrar alguno: el chileno Santa Carolina (“Reservado Tinto Suave”) y el mexicano Concha y Toro.

Yébenes cree que García Carrión utiliza esta palabra “para dar salida a estocajes”. “Por ese precio, evidentemente, tampoco será gran cosa”.

Ocho denominaciones de origen

García Carrión practica este ardid con una marca realmente singular, que aúna hasta 8 denominaciones de origen: además del citado Valdepeñas, hay vinos de Pata Negra que pertenecen a la D.O Jumilla, a la D.O. Rioja, a la D.O. Ribera del Duero, a la D.O. Rueda, a la D.O. Toro, a la D.O. La Mancha y Cava. Por eso, ante tanta abundancia, se podría sospechar que el Reservado no es sino un cúmulo de remesas de escaso valor.

En su página web, la compañía recuerda que fue en el año 1987 cuando se registró la marca Pata Negra y se lanzó la primera botella, que fue un Pata Negra Gran Reserva de 1978, con la denominación de origen Valdepeñas. “Esta primera botella marcó el inicio de una gran historia, nuestra historia. La que vio nacer a la marca que cuarenta años más tarde llamamos con orgullo «la marca más premiada»”, proclaman. 

Este medio ha contactado con García Carrión para preguntar qué quiere decir que su vino sea reservado, pero, al término de este reportaje, no ha obtenido respuesta.