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La contradicción del aceite con la que algunos se forran: bajan las ventas y se habla de escasez
Grandes grupos del sector elevan sus beneficios, mientras que el oro líquido ha subido en dos años un 130%
Oscuros nubarrones en forma de subidones de precio, sequía y sospechas de especulación ensombrecen al aceite de oliva, el denso oro líquido que baña la cocina española, desde hace ya demasiado tiempo. Una de las últimas entidades en dar la voz de alarma ha sido la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), que a finales de julio informó de que las ventas de aceites de oliva envasado habían caído un 18,78% desde octubre de 2023.
Por categorías, el mayor descenso corresponde al aceite de oliva virgen extra, que, con 68,77 millones de litros acumulados, presenta una caída del 19,54%. Por su parte, las ventas de aceite de oliva virgen han descendido un 9,52% respecto a los nueve primeros meses de la campaña anterior. Por el contrario, el aceite de girasol, mucho más barato, subió un 30%, y el de orujo un 66,97%.
Las reservas de aceite, mermadas
Mientras Anierac se hacía eco de la caída de ventas, la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía anunciaba que las reservas de aceite de oliva se encontraban muy mermadas a falta de solo cuatro meses para que comenzase a entrar aceite nuevo en las bodegas. Si los españoles no han comprado tanto, ¿por qué la carestía amenaza el producto?
La situación podría parecer paradójica, pero no lo es tanto. “Llevamos varios años en los que la producción ha ido disminuyendo de forma drástica, principalmente por culpa de factores climáticos. Mientras, el consumo a nivel mundial ha descendido de una manera mucho más contenida”, explica a este medio Xavier Ruzafa, experto en aceite de oliva y propietario de The Barcelona Olive Company.
La producción, ligeramente superior a lo esperado
No obstante, según indicó el usuario de X Eugenio Romero, conocedor del sector, la producción nacional de aceite de oliva había sido un 11% superior a lo esperado a principios de campaña, cuando las previsiones quizá fueron algo pesimistas después de un año realmente malo.
“La producción nacional podría cubrir el consumo de dos años (24,66 meses). No deberíamos tener problemas de escasez”, publicó. Ahora bien, eso sería así si el grueso de la producción se destinase a España, algo que no sucede en absoluto: dos tercios de la producción nacional se exportan.
El mercado interno de aceite se contrae
Las empresas, como no podía ser de otro modo, eligen dónde vender… y los consumidores dónde o qué comprar para poder llenar su cesta de compra. El resultado es que el mercado interno de aceite de oliva se redujo un 41,35% en la temporada 22/23 respecto a la anterior, a la par que, en el último año, los hogares españoles han incrementado el consumo de aceite girasol cerca de un 40%. Es una subida que, a la larga, podría tener efectos en la salud de los consumidores.
Con todo, en su nota de prensa, las Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía indicaban que el ritmo de salidas se había mantenido inalterable, “lo que podría llevar a unas existencias finales de campaña mínimas".
Atender a la industria
Esta situación preocupó a las cooperativas oleícolas, escarmentadas tras las grandes tensiones en el mercado vividas en los últimos tiempos. Así, la Federación anunció que con el actual volumen habría que “atender a la industria y a los consumidores hasta octubre, cuando se obtendrán los primeros aceites" de la siguiente temporada.
A la par, algunos supermercados siguen jugando en el límite de lo legal. Por ello, el 31 de julio, la Dirección General de Consumo dio un toque de atención y envió nuevas peticiones de información a las principales cadenas de supermercados e hipermercados para comprobar que trasladaban a los consumidores finales la reducción del IVA al 0%. Para algunos, se trata de acciones simbólicas que deberían ser mucho más contundentes.
Fondos de inversión
Para más inri, ciertos especuladores han puesto sus ojos sobre el aceite. Tal y como explicaba Cinco Días en septiembre de 2023, "Beka Finance lanzó en 2020 un fondo de capital riesgo especializado en la inversión en plantaciones de olivos con los más modernos sistemas de producción. Al utilizar técnicas agronómicas, su producción apenas se ha visto afectada y están facturando más que nunca. Los clientes de banca privada que pudieron acceder a este producto (con un mínimo de inversión de 100.000 euros) van a poder conseguir rentabilidades del 20% anual".
A los gigantes tradicionales como Deoleo tampoco les está yendo mal. Este grupo, propietario de marcas de aceite oliva como Hojiblanca o Carbonell, se anotó un resultado neto de 524.000 euros en el primer semestre del año, frente a las pérdidas de 9,72 millones de euros registradas en el mismo periodo del ejercicio anterior. Entretanto, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), los precios del aceite en España han subido un 130% en dos años.
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