Tres datos que no te gustará saber sobre los remedios para la resaca

Las búsquedas en internet de remedios para la resaca se disparan durante los fines de semana y es en año nuevo cuando se alcanzan cifras récord. A pesar de que nos gustaría encontrar dicho remedio, sigue siendo una especie de santo grial inalcanzable

El consultor dietista-nutricionista Juan Revenga ofrece consejos sobre alimentación / FOTOMONTAJE CG
El consultor dietista-nutricionista Juan Revenga ofrece consejos sobre alimentación / FOTOMONTAJE CG

Déjame adivinar y apostar a que si estás leyendo estas líneas en este momento es porque al mismo tiempo sufres una desagradable resaca alcohólica.

La apuesta viene de saber que la búsqueda en internet durante los fines de semana de remedios para la resaca se convierte en todo un #trendigtopic (y no digamos durante año nuevo). Este es un dato extremadamente fácil de comprobar. Solo hay que saber usar Google Trends (no es nada complicado) y averiguar cuándo a lo largo de un cierto tiempo y dónde se ha buscado un determinado término. Algo muy similar es lo que hicieron en este editorial para ilustrar el interés popular durante el fin de semana para encontrar un remedio para la resaca.

La oferta de remedios milagrosos es significativa

De igual forma también podemos encontrar en el mercado una importante disponibilidad de supuestos remedios herbales, suplementos y demás preparados que se nos ofrecen en diversas presentaciones y con variada posología, ya sea para antes o después de los excesos alcohólicos. Esta oferta suele estar disponible en páginas web o en establecimientos relacionados con la parafarmacia e incluso con la farmacia. Ya se sabe, si hay una masa significativa de consumidores que demandan un producto, siempre habrá alguien dispuesto a comercializarlo... a pesar de que su efectividad sea nula o inapreciable. O, como decía aquel, mientras haya bobos, existirán los engañabobos.

Ilustrar los problemas de hoy con los ejemplos de los clásicos siempre suele dar buen resultado. Quiero decir que existe un grabado holandés del siglo XVII en el que se representa la imagen de un mercachifle medieval, un curandero, rodeado de unas cuantas personas maravilladas por los remedios milagrosos que el charlatán les ofrece. La leyenda del grabado, en latín, no puede ser más elocuente: “Populus vult decipi” (La gente quiere ser engañada). Para los más curiosos, el autor de la obra a la que me refiero es Jan Van de Velde y la obra está en el Rijksmuseum (Museo Nacional de Amsterdam).

Volviendo a los remedios para la resaca, los nombres de los supuestos remedios comerciales dejan poco a la imaginación: Resalim plus, Stop resaca, Back2Life, etcétera. A pesar de sus descriptivos y evocadores nombres, lo cierto es que, con la ciencia en la mano, no existe un remedio eficaz para combatir la resaca, más allá de los cuidados paliativos asociado a cada uno de los síntomas.

La evidencia de la efectividad de los remedios para la resaca es escasa o nula

La cantidad de recursos destinados a la investigación sobre la resaca es importante. Cada poco tiempo se publica un artículo científico que pone bajo la lupa el tema. Una revisión publicada en la prestigiosa British Medical Journal de 2005 se expresaba de una forma contundente: “No existen pruebas convincentes que sugieran que alguna intervención convencional o complementaria sea eficaz para prevenir o tratar la resaca alcohólica. La forma más eficaz de evitar los síntomas de la resaca inducida por el alcohol es practicar la abstinencia o la moderación”.

Más reciente, en 2022, otra revisión sistemática de ensayos clínicos, afirmaba que “la evidencia de la eficacia de remedios para la prevención o tratamiento de la resaca es de muy baja calidad y, en la actualidad, no sirve para recomendar ninguna intervención farmacológica. A pesar de la baja calidad de la evidencia, es posible que el clavo, el ácido tolfenámico y el piritinol podrían justificar estudios adicionales en este sentido”.

La ética cuestionable tras los remedios para la resaca

En la actualidad, ni la administración americana que regula el uso de los fármacos (FDA) ni tampoco la europea (EMA) han aprobado ningún tratamiento para la resaca. Es por esta razón que, al menos en los EEUU la FDA emitió en 2020 siete cartas de advertencia a sendas empresas cuyos productos afirmaban curar, tratar, mitigar o prevenir la resaca.

En relación a los complementos alimenticios y en Europa, la UE tampoco ha aprobado ninguna declaración “anti resaca” para ningún compuesto ni preparado. En este contexto, un artículo de 2021, identificó 82 productos comercializados en la UE “para la resaca”, de los cuales casi dos terceras partes violaban la legislación actual al hacer afirmaciones explícitas sobre la resaca a través del nombre del producto, del envase y/o del prospecto. En el resto de los casos, los fabricantes usaban descripciones más o menos vagas, por ejemplo, “ayudar a recuperarse después de beber” o “despertarse despejado después de beber”, con el fin, posiblemente, de eludir la legislación.

Por último, conviene reflexionar sobre la ética de desarrollar un tratamiento eficaz para la resaca. Y es que, más allá de los seguros beneficios económicos de su comercialización, hay pocas dudas de que el hallazgo de semejante remedio podría disparar el consumo de alcohol (con el correspondiente incremento de los riesgos asociados).

Al mismo tiempo, algunas personas consideran la resaca como una especie de castigo que, a modo de penitencia, podría ayudar a reflexionar sobre el consumo de bebidas alcohólicas en el futuro. Así, y a pesar de que mientras se sufre una resaca la gente suele afirmar que "nunca volverá a beber... tanto”, la realidad nos enseña estas promesas no se suelen cumplir. Aunque podría sonar bien, no hay evidencia científica que respalde esta suposición.

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