Se acabó beber agua y tirar el tapón. Desde el pasado 3 de julio, la ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular obliga a unir el tapón a la botella.
Esta medida afecta a todos los países de la Unión Europea. Se debe aplicar en todos los plásticos y briks de hasta tres litros. Una modificación en el diseño de los envases que causa polémica. ¿Por qué?
Una lectura 'verde'
España genera 1,6 millones de toneladas de residuos a base de plástico. Entre esos objetos, un 6% son tapones y un 1,4% botellas y garrafas. Así lo confirman los datos del Ministerio de Transición Ecológica.
El objetivo de unir el tapón a la botella es facilitar el reciclaje de los plásticos de un solo uso. Al menos esa es la teoría. Pero veamos qué ocurre en la práctica y qué piensan los expertos.
"Una falsa solución"
Alberto Vizcaíno, experto en Ciencias Ambientales, explica a este medio que unir el tapón a la botella de plástico es "una falsa solución" para el reciclaje.
"La industria ha conseguido introducir esta medida en la legislación para evitar cambios más profundos o medidas que pudieran afectar a la cuenta de resultados del sector del envasado", argumenta.
Empeora la posibilidad de reciclar
Según este ambientalista, el nuevo diseño solo aumenta las dificultades de reciclaje. ¿La razón? Afirma que los envases pasan por varios procesos de compactado, transporte o clasificación en los que una parte importante de los tapones se separa.
"El problema real es que el sistema no está diseñado para recuperar envases de tamaño pequeño y los tapones, incluso si llegan a las plantas de clasificación, se descartan y van al vertedero o incineración", afirma Vizcaíno.
Consumidor Global sale a la calle
Este medio ha preguntado a los transeúntes de las calles de Barcelona qué les parecen los nuevos tapones. Todos coinciden en la incomodidad para beber de los briks o botellas.
En cuanto al reciclaje, la polémica está servida. Algunos piensan que este nuevo diseño ayuda al reciclaje mientras que otros no terminan de entender su efectividad.
Primera alternativa: dejar de usarlos
Encontrar alternativas eficaces a los tapones de las botellas de plásticos no es tan sencillo como parece.
Vizcaíno explica que, siguiendo la jerarquía de residuos, habría que evitarlos directamente. "En el caso del brik es fácil. Durante décadas hemos consumido productos envasados en brik sin necesidad de tapón", añade.
¿Y qué hay de la reutilización?
Otra opción es la reutilización. En cambio, hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría de los tapones de plástico están en productos de usar y tirar. "Se nos pide que los depositemos en un contenedor amarillo desde el que no se pueden recuperar para reutilizar", matiza Vizcaíno.
La última solución sería la del reciclaje. Pero el ambientalista insisque en que en este terreno es necesario exigir a los envasadores que pongan medios para que los tapones entregados en el contenedor amarillo -por separado o unidos a los envases- se recuperasen y destinasen a reciclaje.