El sencillo truco de la harina para hacer que el aguacate madure en pocos minutos

El aguacate, también conocido como "oro verde", es una fruta ampliamente conocida por su textura cremosa y su sabor suave. Se trata de un alimento cuya popularidad ha crecido notablemente en las últimas décadas gracias a su alto valor nutricional. Es rico en grasas saludables, principalmente ácido oleico, que es beneficioso para el corazón. Además, es una excelente fuente de minerales como el potasio, esencial para el equilibrio de líquidos en el cuerpo y el buen funcionamiento del sistema nervioso. 

Este fruto ofrece una gran versatilidad en la cocina. Se utiliza en una variedad de platos como el guacamole, las ensaladas, tostadas y batidos. Su capacidad para complementar sabores tanto dulces como salados lo convierte en un ingrediente popular en todo el mundo.

El truco de la harina para madurar aguacate

Para saber si un aguacate está en perfecto estado para su consumo es importante prestar atención a aspectos como el color amarillento del interior. Si la carne tiene un tono marrón oscuro significa que el aguacate se encuentra en mal estado y, por tantom no se debe comer. Si al tocar la piel del aguacate se hunde, quiere decir que el fruto se encuentra muy maduro. 

No obstante, hay veces que los aguacates están duros y hay que esperar varios días para comerlo. Sin embargo, existe un truco para madurar este fruto. Básicamente, consiste en llenar un recipiente con harina y enterrar el aguacate. De esta forma, aumentarán las emisiones de etileno y, por tanto, madurará antes. 

Otros remedios 

El papel de aluminio es otro aliado para acelerar el proceso de maduración del aguacate. Hay que envolver el alimento sin dejar ninguna fisura por la que se pueda colar el aire. Luego, hay que dejarlo reposar durante un par de días y ya estará listo para comer. 

Otra alternativa es el horno. Basta con realizar unos cortes no muy profundos sobre la piel del aguacate, envolverlo en papel de plata e introducirlo en el horno durante diez minutos a 150 grados. Una vez acabado el proceso, hay que dejarlo reposar hasta que pierda todo el calor y conservarlo en la nevera.