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La regla de los cinco segundos cuando un alimento cae al suelo: ¿verdad o mito?
Lo más recomendable es descartarlos, pero influye el tipo de producto, las características del suelo y lo limpio que esté
Todos hemos vivido la escena, especialmente de jóvenes: durante una cena o una comida con amigos celebrada en casa, a uno de ellos se le cae algún alimento de las manos (una aceituna, una pequeña porción de queso o una patata frita), y éste reacciona rápidamente, con reflejos felinos, para recogerlo del suelo y llevárselo a la boca. Otro amigo se lo echa en cara alegando que no es una decisión higiénica ni segura, a lo que el primero responde con la célebre regla de los tres o cinco segundos: si el alimento solo ha pasado ese breve instante en el suelo, “no pasa nada”.
Y es una teoría del todo absurda. “Como suele suceder con todas las creencias cotidianas, este mito microbiano esconde algo de verdad”, revela en su canal de YouTube el tecnólogo alimentario y divulgador Mario Sánchez. Según relata este experto, un científico de la Universidad Clemson publicó un estudio en el año 2007 en el que demostraba que el tiempo de permanencia del alimento en el suelo “no era una tontería”.
El tiempo influye
De hecho, la concentración de microorganismos que quedan adheridos al alimento caído es proporcional al tiempo que permanece en el suelo. Pero eso no significa que la regla tenga una base científica sólida: algunas bacterias, como la de la salmonela, son capaces de adherirse a los alimentos casi en el instante en el que tocan el suelo.
El estudio también analizó las diferencias entre los tipos de suelo a los que puede caer el alimento. Y, sorprendentemente, “las moquetas o alfombras mostraron una transferencia de microbios mucho menor que las baldosas o la madera, lo que probablemente se deba a la particular estructura en fibras de este material, que impide un contacto total”, cuenta Sánchez.
Cuidado con los alimentos húmedos
Además, los alimentos húmedos tienden a retener más bacterias que los secos, por lo que hay que ser especialmente cautelosos con ensaladas o boles de frutas.
“La regla de los cinco segundos es una simplificación excesiva de lo que realmente sucede”, considera Sánchez. Por ello, a su juicio, si a un consumidor se le cae un alimento al suelo, la mejor opción que puede escoger es tirarlo a la basura.
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