El nombre en la etiqueta de la botella es fácilmente reconocido por muchos, pero pocos conocen la historia que lo respalda. Esa historia tiene su inicio en la bodega más antigua de España: Raventós Codorníu. A tan sólo 40 minutos de Barcelona, en Sant Sadurní d'Anoia, se encuentra este lugar que no solo es cuna del cava, sino también guardián de un legado de más de 450 años, tejida por 18 generaciones de una familia de viticultores. Entre los viñedos y las majestuosas cavas subterráneas, se respira una fusión única de arte, tradición e innovación.
Nos recibe Esteban, un hombre cuya vida está entrelazada con la de Raventós Codorníu. A sus 64 años, lleva medio siglo trabajando en la bodega, desde que era un joven de apenas 14. “Esto es más que una bodega, es mi hogar y mi familia”, nos comenta con orgullo al comenzar la visita.
Codorníu: el nacimiento del cava y una tradición de más de cuatro siglos
Codorníu tiene unos orígenes que se remontan a 1551. Es la bodega pionera en la elaboración de cava y, desde el primer día, una marca de prestigio reconocida por su capacidad de conjugar tradición e innovación. Josep Raventós fue quien elaboró la primera botella de cava en 1872, siguiendo el método tradicional del champenoise pero utilizando las variedades autóctonas del Penedés: Macabeo, Xarel·lo y Parellada.
El entonces conocido como “champán Codorníu” no tardó en hacerse famoso, no sólo por su calidad y notable producción, sino también por su estilo rompedor. Durante aquella época, Codorníu fue pionera en el uso de carteles publicitarios, muchos de ellos ilustrados por artistas modernistas de renombre como Ramon Casas. Desde sus inicios, la bodega ha sido sinónimo de elegancia y modernidad, manteniendo un respeto absoluto por la naturaleza y el terruño, mientras experimenta con nuevas técnicas para mejorar continuamente.
Nos adentramos en sus profundidades
“Codorníu y el arte siempre están unidos”, señala Esteban a los visitantes. El arte ha sido siempre una parte fundamental de la esencia de Codorníu. En 1915, bajo la dirección del famoso arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch, discípulo de Antoni Gaudí, se construyó la nueva bodega. Este edificio fue revolucionario en su época, ya que aprovechaba la gravedad para facilitar de forma natural el proceso de elaboración del cava. Además de su valor funcional, el edificio es una obra maestra del modernismo catalán, que fue declarado Monumento Histórico y Artístico Nacional en 1976.
Codorníu no solo es una bodega, es un santuario del arte y la historia. Las cavas, con más de 33 kilómetros de galerías subterráneas excavadas hasta a 22 metros de profundidad, son testigos silenciosos del paso del tiempo y de generaciones de esfuerzo y pasión. Visitar las cavas es, más que una experiencia enológica, una verdadera lección de historia. Para ello, hay varias opciones disponibles. El Discovery Tour, que incluye una visita guiada de 75 minutos y una cata de dos cavas, tiene un precio de 23 euros por persona. Para una experiencia más exclusiva, el Ars Collecta Tour cuesta 52 euros por adulto y ofrece una visita más detallada y una cata de cavas de alta gama.
Los precios de una marca emblemática
A lo largo de los años, Codorníu ha sabido atraer a nuevas generaciones sin perder de vista su esencia. Si bien han introducido vinos frizzantes y algunos vinos tranquilos para captar al público joven, la marca más emblemática de la bodega sigue siendo Anna de Codorníu, un cava que en su día fue el primero en incorporar la variedad Chardonnay. Este cava honra a Anna, la mujer que unió las dinastías Codorníu y Raventós, y es un símbolo de la elegancia y el legado de la bodega.
Pero Anna no es la única estrella en la constelación de Codorníu. Jaume Codorníu y Codorníu Reina María Cristina son dos etiquetas prestigiosas que representan la entrada a la alta gama de esta familia vinícola. Además, Codorníu también ha lanzado los excepcionales cavas de la serie Gran Codorníu, verdaderos vinos de finca, de producción limitada y criados en bodega durante largos períodos de tiempo: 70, 100, 120 meses o más. Sus precios dependen de la variedad y la calidad. Por ejemplo, el Codorníu Anna de Codorníu Brut Nature se encuentra alrededor de los 9,35 euros por botella de 0,75 litros, mientras que el Codorníu Gran Plus Ultra tiene un precio aproximado de 14,95 euros. Para los cavas de gama alta, como el Codorníu Jaume Codorníu Gran Reserva Ars Collecta, el precio puede llegar a los 24,90 euros por botella.
Un brindis con cava y un menú gastronómico
El recorrido por la bodega concluye con una cata de varios de sus cavas más representativos, desde los clásicos hasta las innovaciones más recientes. Cada burbuja contenía siglos de historia, pasión y una profunda conexión con la tierra. “Lo que hacemos aquí es más que cava, es historia embotellada”, subraya Esteban mientras alzaba su copa. Y con ese brindis, comprendemos que somos testigos de un legado que ha sabido evolucionar y adaptarse sin perder nunca de vista sus raíces.
Pero no todo acaba con el cava, también visitamos una experiencia gastronómica en el restaurante La Torre de Codorníu, ubicado en el mismo recinto. El precio medio para comer en este restaurante es de aproximadamente 45 euros por persona. Cabe destacar, que el local ya ha confirmado su participación en la segunda edición de la Foodie Black Week en Barcelona –del 7 al 13 de octubre–, donde cientos de establecimientos ofrecerán descuentos exclusivos, menús especiales y promociones únicas.