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Probamos el nuevo ‘kebab no kebab’ que triunfa en Madrid: “Han hecho de lo ordinario algo sublime”

Mómö reinventa el clásico dürüm con una propuesta cocinada al carbón y sobre una parrilla japonesa que cuesta menos de 10 euros

Alberto Rosa

Dos kebabs de Mómö y patatas / ALBERTO ROSA

“Nos encantan los kebabs, pero no como los han tratado en la mayoría de los lugares que los sirven en el mundo occidental durante las últimas décadas”. Con estas palabras se presenta y recibe a los clientes en el local Mómö, el nuevo kebab no kebab que acaba de abrir en Madrid.

Pero, ¿qué es eso de kebab no kebab? “Para nosotros es un kebab, pero no un kebab tradicional. No tiene nada que ver con los gyros que vemos habitualmente que se hacen con parrilla eléctrica giratoria, aquí los hacemos al carbón”, cuenta a Consumidor Global José Sud, cofundador de Mómö.

¿Es un kebab o no?

Este nuevo concepto acaba de aterrizar en el corazón del madrileño barrio de Chamberí, concretamente en la calle Hartzenbusch, 9. El local está decorado como un vagón de metro neoyorkino, diseñado para llevar, pero con un par de mesas para poder disfrutarlo allí. Pronto también se podrá pedir por delivery.  

El local está inspirado en un vagón de metro / ALBERTO ROSA

Por lo general, los kebabs suelen recordar a esos locales sucios con un rollo de carne de dudosa procedencia que gira sobre sí mismo. Mómö nace para transformar y sofisticar este concepto con una propuesta gastronómica que mezcla influencias de oriente y occidente, un poco de aquí y un poco de allí.

Asesorado por un chef con estrella Michelin

El plato estrella se presenta en un pan pita de estilo griego elaborado en el propio local artesanalmente cada día, sabores con influencias variadas, un toque mexicano en los picantes y preparado al carbón sobre una parrilla japonesa llamada robata. “Lo que hemos querido hacer es cambiar la idea de siempre y acabar con la etiqueta de comida rápida mala calidad”, añade Sud.

Para la elaboración de Mómö, el equipo ha contado con el asesoramiento de Hugo Muñoz, chef con una estrella Michelin y dos soles Repsol en su restaurante Ugo Chan. “Con él hemos trabajado mucho en que sea digestivo. Es una de las cosas típicas del kebab, te lo comes, disfrutas, pero luego lo pagas con el estómago. Hemos hecho 80 pruebas distintas hasta que hemos dado con la fórmula para que siente bien y no acabes con sensación de pesadez”, añade.

El kebab que quiere ser saludable

Para alcanzar ese punto gourmet cuentan con materias primas frescas como es la carne de ternera y de pollo cocinadas al carbón, además de ese pan casero que elaboran cada mañana. En cuanto a las especias, aparecen otros ingredientes no habituales en los locales de dürüms como la menta, el cilantro y sus salsas caseras.

Dos kebabs de Mómö / MÓMÖ

Otra de las grandes diferencias con el resto de kebabs es que Mómö trata de alejarse lo máximo posible de los fritos. “Las patatas no son fritas, están asadas al carbón directamente y especiadas”, indica Javier Quiñones, gerente y socio, encargado de la cocina. Llaman a este acompañamiento papines y se sirven con tres salsas.  

La experiencia de Consumidor Global

Los kebabs no kebabs de Mómö vienen envueltos en papel de oro y hay dos opciones: de pollo o de ternera. Consumidor Global ha probado el segundo, con un toque de salsa brava morita. Es picante, pero no demasiado y se tolera bien. La carne, al estar cocinada al carbón resulta muy sabrosa. Nada que ver con la carne cortada de los rollos tradicionales que en muchas ocasiones queda seca. 

 

Al dar un bocado, la textura de la carne recuerda a la de una hamburguesa. Por otro lado, el mézclum de hojas y especias como la menta y el cilantro acompañados de tomates deshidratados aporta un sabor original y rico. La sensación final después de comerlo no tiene nada que ver con las experiencias de los kebabs tradicionales en las que el estómago se queda revuelto y pesado. Es precisamente uno de los objetivos de sus creadores.

Opiniones y precios

“Está buenísimo. No me siento como si me hubiera comido un kebab”, dice al probarlo Noemí V., una clienta que acaba de enterarse de la apertura del local y que lo está probando en una de las mesas del vagón. “Han conseguido hacer de algo ordinario algo sublime. Calidad a muy buen precio”, escribe Pablo Puyol en el recién estrenado apartado de reseñas de Google.  

En cuanto a los precios, Mómö se mantiene en el ticket medio del barrio en el que está ubicado. El kebab de pollo cuesta 8,90 euros y el de ternera 9,90 euros. Ambos se pueden convertir en menú acompañados de papines y una bebida por 13,50 euros en el caso del de pollo y 14,50 euros el de ternera.  De momento es el primer local, pero esperan seguir con nuevas aperturas en la capital, abrir en otras ciudades e incluso salir fuera de España.