Hay varios bares a su alrededor, sí, pero también una farmacia, una librería, una escuela infantil y una tintorería. Está dentro de la almendra central de Madrid, pero en un área que aún se puede considerar un barrio. Es una casa de comidas. Se llama La Cotidiana porque aspira a alimentar a sus clientes con cierta periodicidad, pero las palabras tienen sutilezas: en el diccionario de la RAE aparecen como sinónimos de cotidiano los adjetivos “diario, ordinario, común, corriente, frecuente, habitual”. ¿Es frecuente y ordinario comer bien?
Un estudio reciente de Kantar reflejaba que en el año 2023 el mercado de los platos preparados había crecido en España un 11%. Es un auge que resulta muy evidente al hacer la compra en cualquier supermercado. Y los que lo impulsan siguen moviendo ficha. Raúl Martín, director general corporativo del grupo Familia Martínez, proveedor de Mercadona, reconoció que la categoría de platos preparados muestra un crecimiento sostenido “y ya no se presenta como una tendencia, sino como algo que ha venido para quedarse”. Los consumidores no tienen tiempo, pero siempre tendrán la necesidad de alimentarse.
El consumo de platos preparados se dispara
Además, es un sector que estaba por inventar: según los datos de FreshPlaza, el consumo de platos preparados se ha quintuplicado en dos décadas. Si lo que no sobra nunca siempre es el tiempo, es evidente que escoger la inmediatez implica riesgos: muchos platos preparados contienen cantidades elevadas de sal o de grasas saturadas.
La Cotidiana, desde una sencillez absoluta, viene a proponer una alternativa. Manuel López es su responsable, y su historia podría ser la de muchos otros españoles que, en cierto momento, optaron por dedicarse a algo que se les daba bien y donde sabían poner cariño, pero que no era estrictamente su pasión.
Un negocio "más amable" que la hostelería
“Acabé la carrera de arquitectura en plena crisis, luego estuve trabajando unos años y después me puse a estudiar cocina. Una cosa llevó a la otra y he ido empalmando trabajos hasta ahora. Me gusta la cocina, pero tampoco era mi vocación. Después de un curso hice un grado superior, estuve unos meses cocinando en Londres y en otros lugares… y tenía en mente montar algo por mi cuenta”, expresa. Algo, quería López, “más amable” que la hostelería en términos de horarios.
Así, este arquitecto reconvertido en cocinero creyó que había una oportunidad en la comida casera, puesto que “la gente tiene mil cosas que hacer, cada vez hay más personas que viven solas o que teletrabajan, y si te cocinas solo para ti no le prestas tanta atención".
Cubrir una necesidad
La Cotidiana nació hace apenas unas semanas. Sus propuestas, que pretenden “cubrir una necesidad”, quieren ser a la vez a sabrosas y ligeras. “Si te vas al típico bar de menú, igual no te apetece un pollo empanado con patatas fritas. El sabor no lo es todo, pero hay que pensar que en hostelería es fácil potenciarlo. Si le echas mantequilla hasta a una patata cocida, estará mucho más buena. Mi idea era intentar que la comida también fuera saludable", expone. Además, considera que la hostelería, cada vez más, se enfoca al ocio, "pero la vida no es solo ocio”.
De este modo, estos días han tenido berenjena asada (5,50 euros), ensalada de cuscús con pepino y lombarda (4,50 euros), lentejas con zanahorias y setas (6 euros) o guiso de caella (8 euros). Por el momento, lo que más triunfa es el curry de garbanzos, los fideos de arroz y la lasaña. En general, apuestan por opciones saciantes, equilibradas y por dar cabida a guisos, caldos, potajes y opciones con proteína vegetal. Están sacando unos 20 platos diarios.
Perfil de los clientes
Una de las sorpresas de López ha sido dar con un perfil de cliente que no es exactamente como esperaba: “Vienen muchos vecinos del barrio, personas que están opositando, gente con niños pequeños que trabajan e igual no llegan a todo… Hay muy poco turista, eso es cierto. Viene gente de por aquí, incluso personas mayores: vino una señora que vive sola y un señor que está cuidando a su mujer, y eso ya le cuesta bastante. Pasó por aquí y vio que había cosas que podían venirle bien de vez en cuando. En resumen, gente a la que el día a día se le hace un poco bola”.
No es poca cosa. Diego García Vega explicó a este medio en 2023 que “comer bien es muy fácil, pero nos han liado la cabeza”. Al escuchar la frase, López sonríe. “Puede ser fácil, pero lleva tiempo. El tiempo es limitado. Y no todo el mundo quiere dedicarlo a la misma actividad. A mí me gusta cocinar, pero no siempre me apetece. Hay personas para las que cocinar es simplemente una obligación, pero puede ser un placer”, afirma.
Procedencia de los ingredientes
En cuanto a la procedencia de los ingredientes, López reconoce que “en principio no hay ninguna pretensión de nada: lo concibo como si fuese lo que haría yo en mi casa. Igual compro algunas cosas en Mercadona y otras de proveedores de verduras que conozco, sin especial énfasis en el perfecto".
"He trabajado en sitios en los que el producto era el principal reclamo, la estrella: pescados de no sé dónde, por ejemplo. Y está muy bien comerte uno de esos pescados, pero no es lo que necesitas en tu día a día. Hay días para disfrutar de cosas así y días para apañarte”, agrega. Y, si en ese apaño, esa cotidianidad asequible y buena, el cliente "percibe y valora que las cosas estén hechas con cariño”, mejor.
Aumento de demanda
López piensa asimismo que "si las grandes superficies están apostando por esto, es que hay gente que demanda el producto. Y los supermercados tienen precios competitivos, pero lo suyo es muy distinto a lo que te pueden preparar en un sitio en el que hacen las cosas in situ. Además, está Wetaca, ahora la empresa de El Xokas…”, argumenta.
Por otra parte, López aconsejaría a un joven que no se haya lanzado a cocinar “que probase con cosas sencillas” (la gente, opina, quiere hacer recetas muy complejas y después les pilla miedo o le generan rechazo) y que “intentase cocinar para los amigos: si lo haces para ti, quizá no te compense dedicarle una hora para consumirlo después en 10 minutos viendo Netflix. Pero, si lo haces para los demás, eso se comparte”.