Verduras salteadas a 4 euros y medio. Raviolis a más de 5 euros. Salmón con arroz y edamame a 7 euros. O seis croquetas de gambas a 8 euros y medio. Los precios de los platos preparados de los supermercados Ametller Origen son, sencillamente, abusivos.
Así lo denuncian algunos clientes habituales entrevistados por Consumidor Global, que se quejan de que son más caros los platos de Ametller Origen que los de un restaurante medio.
Para muestra, un botón: las patatas bravas de Ametller Origen las venden 3,29 euros la ración de 245 gramos, mientras que las del Bar Tomás (tal vez el que ofrece la receta de bravas más famosa de Barcelona) se quedan en 3 euros. Y lo mismo ocurre con la tortilla de patatas, también a precio de oro en Ametller Origen: casi 4 euros la ración.
Lo más sorprendente de todo es que los productos de Ametller Origen no son mejores que los de las cadenas de supermercados de la competencia, por mucho que los presenten en locales muy bien decorados. En todo caso, el consumidor es libre para comprar donde quiera, aunque algunos clientes ya empiezan a poner el grito en el cielo.