Los supermercados exprés cada vez están más presentes. Si hace unos años era frecuente encontrarlos solo en las grandes urbes, en la actualidad también pueden verse en localidades más pequeñas.
Compañías como Carrefour o El Corte Inglés cuentan con su propia línea de establecimientos rápidos. Es el caso de Supercor o Carrefour Express. Hacer la compra en estas tiendas pica más en la cartera de los consumidores. Por ello, la pregunta que cabe hacerse es por qué.
Carrefour vs. Carrefour Express
Consumidor Global ha realizado una comparativa sobre la diferencia de precios entre comprar en una tienda tradicional y otra rápida. La elegida ha sido la cadena Carrefour y todos los productos son de la marca blanca de la compañía francesa, excepto el pescado.
La diferencia de precios es evidente. Todos los productos analizados son más caros en Carrefour Express, excepto la leche, que se mantiene igual. Destacan las disimilitudes en cereales (56%). Otras diferencias notables están en las legumbres, lácteos, carne, pescado o pan.
Fuerte presencia de las marcas blancas
Uno de los aspectos más llamativos es que la versión rápida de Carrefour apuesta en sus lineales por la marca blanca principalmente, el resto quedan en un segundo plano. No ocurre lo mismo en el supermercado común.
Eduardo Irastorza, profesor de marketing de OBS Business School, explica a este medio a qué se debe esta diferencia. "Hay gente que va buscando la calidad y el tradicional tiene una oferta más diversa. Eso significa que muchas veces tienen un precio más alto en algunos productos", argumenta.
Los alimentos básicos más caros
La cesta de la compra que ha hecho este medio refleja que los productos básicos como las legumbres, los huevos y el pan son más caros en el Carrefour Express y esto tiene una explicación.
El supermercado rápido se aprovecha de las necesidades urgentes de la gente. Así lo explica Irastorza. "Indudablemente, la lista de la compra de un supermercado exprés se mueve por dos cosas: acudir a él por una necesidad inmediata o compra por impulso", matiza.
La fortaleza de los supermercados tradicionales
El experto en marketing destaca que el supermercado tradicional, además, tiene algo que nunca ofrecerán los exprés: la atención al cliente. En cambio, las tiendas rápidas están más enfocadas al autoservicio. Su gran baza es que las cadenas colocan las marcas blancas y pueden tener márgenes "muy interesantes", en palabras de Irastorza. También hay que recordar que los horarios de los supermercados exprés son más amplios que los tradicionales. Lo cual, repercute en el precio de los alimentos.
Lo que está claro es que en ningún caso están enfocados a hacer la compra semanal y las compañías lo saben. Este modelo de negocio funciona pero aprovechan la urgencia del consumidor y encarecen, aunque sean céntimos, todo tipo de productos.