Cuando se trata de disfrutar de un buen café, cada detalle cuenta. Desde el grano seleccionado hasta la manera de servirlo, todo suma a la experiencia. En este contexto, una práctica que ha llamado la atención es la de servir un vaso de agua junto al café, algo muy común en Italia y que poco a poco se ha ido extendiendo por cafeterías de todo el mundo. Pero, ¿cuál es el verdadero motivo detrás de esta costumbre?
En Italia, cuna del espresso, servir un vaso de agua con el café es más que una cortesía; es parte de un ritual que realza la experiencia del consumidor. El agua no solo sirve para hidratar sino que también prepara el paladar, limpiándolo de sabores previos y permitiendo que el café se deguste en su máxima expresión.
La función del agua
El agua cumple una función clave: limpia el paladar y lo prepara para apreciar mejor el sabor del café. Además, ayuda a quitar la sensación de sed que puede aparecer si se toma el café demasiado rápido o si se ha añadido demasiado edulcorante, lo cual puede provocar que el cuerpo pida líquido como contrapunto.
La recomendación general es tomar el agua antes del primer sorbo de café. De esta manera, el agua actúa como un agente de limpieza, eliminando cualquier sabor residual que pueda interferir con la pureza del café. Sin embargo, también se puede reservar un poco de agua para después del café, especialmente si se tiene un regusto que provoca sed.
¿Y en España?
A pesar de que en España la costumbre de servir agua con el café no es tan arraigada como en Italia, las cafeterías que adoptan esta práctica demuestran un conocimiento profundo de la cultura del café y un deseo de ofrecer una experiencia completa a sus clientes.
La costumbre de servir un vaso de agua con el café es una muestra de respeto hacia el cliente y hacia el café mismo. Es un detalle que enriquece la experiencia y que habla de la sabiduría de una tradición que, aunque tenga sus raíces en Italia, ha encontrado su lugar en cafeterías de todo el mundo. La próxima vez que pidas un café y te sirvan un vaso de agua al lado, recuerda que no es solo un gesto de hospitalidad, sino una invitación a disfrutar del café con todos los sentidos.