El escándalo del "pollo contaminado de Lidl" no ha terminado. La oenegé Observatorio de Bienestar Animal, que fue la que divulgó el análisis llevado a cabo por un laboratorio alemán en el que se examinaban 142 bandejas de pollo de la cadena de supermercados alemana, ha desvelado las tiendas de Madrid, Barcelona y Valencia donde compró la carne contaminada por bacterias resistentes a los antibióticos, listeria y patógenos diarreicos.
En concreto, las referencias compradas en los supermercados españoles de Lidl fueron alitas de pollo partidas sin punta, jamoncitos de pollo, cuarto trasero de pollo, canal de pollo y pechuga de pollo.
El pollo "contaminado" de Lidl se vendió en estas tiendas
Cabe recordar que 17 de las 24 muestras españolas (71%) estaban contaminadas por bacterias resistentes a los antibióticos. En concreto, 13 de las 24 bandejas de pollo fueron recogidas en dos tiendas Lidl del municipio de Alcorcón (Madrid), ubicadas en Avenida las Retamas número 16 y en Avenida de Europa 22, y sólo 2 paquetes dieron negativo en estos gérmenes resistentes que pueden causar infecciones del tracto urinario, neumonía o septicemia si el alimento no se manipula y cocina correctamente.
Por su parte, un 25% de las muestras (6 unidades) fueron compradas en la tienda Lidl de la Calle Pujades del barrio de Poblenou, en Barcelona, y todas las muestras dieron positivo en bacterias resistentes a los antibióticos, según OBA. Finalmente, también se compró pollo en el establecimiento de Lidl en la Avenida de Peris i Valero número 145 de Valencia, donde dos de las cinco muestras obtenidas dieron positivo.
Lidl niega el análisis europeo
Ante estos alarmantes resultados, Julia Elizalde, responsable de campañas de Observatorio de Bienestar Animal, expone que "la única respuesta por parte del mayor supermercado europeo por facturación no ha sido otra que negar los resultados del informe. Lidl continúa sin disponer de una política pública que evite el hacinamiento de los pollos y por tanto el uso excesivo de antibióticos que terminan en nuestras neveras”.
Desde la oenegé animalista subrayan que, en un contexto de debate permanente sobre el trato a los animales en las macrogranjas y sus efectos en la salud pública, es crucial que los consumidores estén informados sobre los posibles riesgos asociados al consumo de carne contaminada con bacterias y agentes patógenos.
La postura de la ministra de Sanidad
Tras el último Consejo de Ministros, la ministra de Sanidad, Mónica García, se ha pronunciado sobre el asunto: "el problema de las bacterias resistentes a antibióticos es un problema global que se lleva abordando desde la OMS y desde ámbitos europeos".
Además, la ministra ha afirma que España ha reducido el uso de los antibióticos en un 68% en animales, porque esta resistencia tiene que ver con el uso de antibióticos en animales y humanos, y en un 17% en humanos. Al mismo tiempo, García ha explicado que la presencia de estas bacterias "puede generar serios problemas de salud pública", por lo que pide un esfuerzo colectivo y envía un mensaje directo a Lidl.
El Compromiso Europeo del Pollo que Lidl ignora
El Observatorio de Bienestar Animal ha realizado este sábado 22 de junio una protesta en Madrid frente a uno de los establecimientos de la cadena alemana de supermercados en la plaza madrileña de Tirso de Molina. Los activistas portaban llamativos trajes amarillos de bioseguridad para simbolizar el riesgo de salud pública que entraña la resistencia a los antibióticos.
Bajo el lema Alerta: Lidl vende pollo contaminado, la oenegé exige que se tomen medidas inmediatas para poner fin al hacinamiento de los pollos en su cadena de suministro, instando a la cadena de supermercados su adhesión al Compromiso Europeo del Pollo.