Pilar Conde, Clínicas Origen: "Si te premiaban con chuches, quizá comas para recuperar ese alivio"

El trastorno por ansiedad es el problema más frecuente de salud mental. Puede darse a cualquier edad y afecta al 6,7% de la población española (3,2 millones de personas), según los datos del Ministerio de Sanidad. Si nos centramos en la alimentación, se estima que entre un 4% y un 6% de la población joven sufre algún tipo de Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), siendo el de atracón, relacionado con la ansiedad por la comida, el de mayor incidencia en determinadas clínicas que tratan el sobrepeso y la obesidad.

Entrevistamos a la directora técnica de Clínicas Origen, la psicóloga Pilar Conde, quien advierte sobre los riesgos de sentir ansiedad por la comida, un trastorno que va en aumento entre los españoles, sobre todo, si hemos aprendido a calmarnos con ella. 

--¿El ansioso por la comida nace o se hace?

--La ansiedad por la comida está relacionada con el estilo de aprendizaje vinculado a la regulación de las emociones, con cómo éstas emociones se han asociado a la alimentación y a sus hábitos, y con el hecho de mantener esta conducta a lo largo del tiempo.

--¿Por qué tantas personas sienten ansiedad por la comida?

--El trastorno, que induce a una ingesta excesiva y/o continua de alimentos, en especial los más calóricos, tiene que ver con el mecanismo de recompensa, un sistema cerebral que combina el placer y la motivación.  

--¿Qué alimentos se suelen engullir?

--Los productos que suelen asociarse a un mayor nivel de alivio o calma ante picos emocionales son los alimentos ultraprocesados altos en calorías y azúcares. A nivel cerebral, tienen esa bajada más significativa.

--Comer ultraprocesados es placentero…

--Comer es una necesidad de supervivencia, pero también una actividad que produce deleite. Así, al ingerir alimentos ultraprocesados sabrosos, picar entre horas o darse un capricho, como tomar un helado, por ejemplo, liberamos las llamadas hormonas de la felicidad, el cortisol y la serotonina.

--¿Y eso es malo?

--A nivel psicológico, los ultraprocesados que se suelen utilizar en momentos de disregulación emocional tienen dos efectos. Por un lado, el efecto placentero de la ingesta que actúa en el cerebro, y por otro lado está el efecto del alivio. Ingerir este tipo de alimentos tiene el objetivo indirecto de calmar el malestar, y es una estrategia muy efectiva a corto plazo, pero genera un problema.

--¿Somos lo que hemos comido?

--Si hemos aprendido a calmarnos con la comida. Si cuando éramos pequeños nos tranquilizaban con una bolsa de chucherías o nos premiaban tomando hamburguesas, pizzas o cualquier otro plato rico en azúcares y grasas. Si nos calmaban con comida, en la edad adulta puede ser que repitamos esos patrones y comamos para recuperar la sensación de alivio emocional.

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--¿El mecanismo de recompensa que se activa al ingerir ultraprocesados es parecido al que ofrece el consumo de redes sociales?

--En general, la ingesta excesiva e inadecuada ante momentos de disregulación muchas veces se trabaja, a nivel terapéutico, con las mismas herramientas que otras adicciones.

--No me refería a una adicción al móvil, sino al consumo de Instagram o TikTok y a la recompensa de los 'me gusta'… 

--Podríamos decir que a nivel cerebral se activan mecanismos muy parecidos. Si hablamos de dependencia a las redes sociales o de aprobación externa, el like también tiene un efecto positivo a nivel cerebral, pero este alivio de los 'me gusta' genera adicción. Son dos mecanismos de disregulaciones internas. Buscas la aprobación externa para calmar tu malestar, y esto genera una mayor dependencia.

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--Y lo mismo sucede con la comida…

--Cuando hablamos de estrategias inadecuadas de disregulación, hablamos de impulsos o de un descontrol, y la persona puede ir hacia compras compulsivas, redes sociales o relaciones sexuales más promiscuas -no por deseo, sino por calmar-. Todas estas estrategias estarían dentro de las conductas impulsivas relacionadas con la dificultad de gestionar las emociones.

--¿Cómo afecta el abuso de las pantallas a la alimentación?

--A nivel de evidencia estadística, no está probado, pero sí hay personas con dificultades a la hora de controlar los impulsos con la alimentación que, a su vez, tienen mayores dificultades en otro tipo de áreas. Es importante trabajar el foco interno de la regulación emocional. 

--¿Cómo se supera un trastorno de atracones o la ingesta compulsiva de comida en repetidas ocasiones?

--La persona puede ir aprendiendo habilidades y estrategias para evitar asociar el malestar y la tristeza con la necesidad de comer, y es aquí donde entra en juego la terapia. En la consulta del psicólogo se trabajan los pensamientos y herramientas para afrontar situaciones de este tipo. Analizamos la situación y las respuestas de cada persona en tres niveles: pensamiento, emoción y acción. Después activamos mecanismos para cada una de ellas. La identificación de emociones, psicoeducación emocional, gestión y entrenamiento en estrategias alternativas, solución de problemas, herramientas asertivas…

--¿Qué consejos daría para empezar a trabajar la ansiedad por la comida?

--Identificar las emociones propias para comprenderlas y contextualizarlas mejor. No dejarse llevar por el impulso de la sobreingesta, que surge cuando nos encontramos ansiosos. La ansiedad por la comida es como una ola, cuando llega parece que la única solución para no ahogarnos es comer, pero todo pasa si esperamos. Evitar tener comida no saludable en casa y asesorarnos para llevar una nutrición adecuada. No hacer dietas sin seguimiento profesional, ni saltarse comidas para compensar abusos anteriores.

--¿La ansiedad es la epidemia más ruidosa?

--La ansiedad, culturalmente, tiene menos prejuicios que la depresión y está más normalizada. Todos sufrimos niveles de estrés, por eso suele estar más aceptada e integrada en la sociedad. Sin embargo, todavía existe mucho tabú. En el caso de la depresión, en ocasiones va asociado a la prevención de riesgo suicida. En la actualidad se están haciendo campañas para que la gente que tiene depresión levante la mano. Estamos en un momento de cambio y es necesario naturalizar la depresión para que puedan recibir ayuda.

1. Teléfono contra el suicidio: 024
2. Teléfono de la Esperanza: 91 459 00 55 / 717 003 717