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Los pescadores alertan: "Esta Navidad podemos quedarnos sin gamba roja del Mediterráneo"
Las limitaciones que impone la Unión Europea podrían hacer que el tope permitido ya se haya alcanzado a finales de diciembre
Las gambas son una de las estrellas que más brillan en la cena de Navidad. Su textura es suave y ligeramente crujiente, lo que las hace muy agradables al paladar. Son, además, un alimento envuelto en un halo de exclusividad o excepcionalidad. Existen muchas variedades, y una de las más apreciadas en España es la gamba roja de Palamós, un tesoro gastronómico de la Costa Brava.
Según Naturaki, esta gamba se distingue por su sabor fuerte, exquisito, fresco y más dulce que otras variedades. Desde hace casi 100 años, se pesca con la técnica del arrastre, lo que en su día ayudó a descubrir grandes caladeros en la zona.
Una joya en riesgo
Anualmente se llegan a pescar entre 120 y 170 toneladas de gambas de Palamós, pero, ahora, esta joya culinaria está en riesgo. Según ha explicado el programa Aquí Girona de SER Catalunya, pescadores de la Costa Brava han alertado que es muy probable que, para el momento en el que lleguen las fechas navideñas, en el Mediterráneo “se haya superado el límite de toneladas que se pueden pescar”. Esto se debe a las limitaciones comunitarias que impone la Unión Europea.
Hay que tener en cuenta que la sobrepesca es una amenaza grave para la biodiversidad marina y, con este tipo de medidas (sin duda duras para las comunidades pesqueras), Europa trata de conciliar la explotación económica de los recursos con su conservación a largo plazo.
Límite a la cantidad de gamba
SER Catalunya cita al Patrón Mayor de la cofradía de pescadores de Palamós, Miquel Mir, quien asegura que están a punto de superar el tope y que, de tener que buscar el producto en otros caladeros, podría haber desequilibrios en el ecosistema.
Dada su calidad, es un producto bastante caro: el kilo de gamba de Palamós mediana ronda los 100 euros/kg. “El gusto es espectacular, la carne es exquisita, de suave sabor a mar”, explican desde gambadepalamos.com.
Veda natural
Tal y como relatan en esta página, cada 6-11 años los pescadores sufren una falta de gamba provocada por el fenómeno conocido como ‘cascadas submarinas’. “Corrientes de agua fría muy fuertes y rápidas generadas por la acción del viento en el Golfo de León que se canalizan por los valles de los cañones submarinos de la zona, arrastrando las gambas a mucha profundidad, allí donde las redes de los pescadores no llegan. Este fenómeno actúa como una veda natural que refuerza el reclutamiento y ayuda a paliar la sobreexplotación”, argumentan.
En Cataluña, la gamba es una especie con un altísimo valor comercial y un interés creciente por parte de las flotas de arrastre de diferentes puertos. “Aun así, Palamós es el principal puerto de gamba roja de todo el Mediterráneo. Entre el 40 y el 50% de toda la facturación de la Cofradía de Palamós depende de este recurso. Genera anualmente entre 3 y 5 millones de euros, con un peso equivalente a un 20% de toda la gamba desembarcada en Cataluña”, exponen.
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