Conservar durante más tiempo los alimentos frescos en la nevera y reducir el desperdicio alimentario en el hogar es posible. Sólo necesitas seguir los consejos clave para optimizar el uso del frigorífico y saber qué tipo de almacenamiento requiere cada alimento para preservarlo en buen estado durante el máximo tiempo posible.
La marca de electrodomésticos Grundig ha compartido un listado con nueve pautas a seguir para aprovechar todo el potencial y la eficacia del frigorífico a la hora de conservar desde frutas y verduras hasta platos preparados y alimentos de consumo inmediato. De este modo, evitaremos que los alimentos se echen a perder antes de lo que su vida útil les hubiese permitido.
Orden y almacenamiento
Durante los meses más calurosos del año, el desperdicio de los alimentos se vuelve aún más frecuente, pues las altas temperaturas pueden jugar en contra del mantenimiento de los productos si no los conservamos de forma adecuada.
La temperatura es clave
Los cambios de temperatura pueden tener importantes efectos en la vida útil de tus alimentos, por eso, mantener el frigorífico a menos de 5 grados ayuda a conservar la comida fría, fresca y llena de sabor.
De media, la temperatura ideal debería rondar los 4 o los 5 grados. Además, la cantidad de alimentos almacenados en el frigorífico también influye en la temperatura: si está muy lleno, es recomendable seleccionar algún grado menos para compensar, y, si está muy vacío, se puede elevar ligeramente, aunque nunca superando los 8 grados. Debes tener en cuenta que los estantes inferiores suelen ser los más fríos. Siempre es recomendable buscar un equilibrio al llenar el frigorífico.
Alimentos perecederos
Los alimentos menos sensibles y que, por tanto, tardan más en estropearse, responden mejor a los cambios de temperatura. Por este motivo, se recomienda su almacenaje en las puertas del frigorífico, ya que recibirán los cambios de temperatura de forma más directa sin que se vean afectados su sabor y/o textura.
En cambio, los productos lácteos, las comidas preparadas, las carnes cocidas y los alimentos que ya hayan sido cocinados, entre otros, deben almacenarse en el estante inferior, que son los que tienen la temperatura más baja.
Cierres herméticos
Paralelamente, los alimentos envasados, las bebidas y otros alimentos menos perecederos se pueden almacenar en los estantes intermedios o superiores, donde la temperatura será constante.
Otro factor importante a tener en cuenta es guardar los alimentos en recipientes herméticos siempre.
Carne, pescado, fruta y verduras
La carne y el pescado crudos deben almacenarse en el fondo del frigorífico para evitar la contaminación de otros alimentos. Por este motivo, es muy importante también mantenerlos cerrados y libres de fugas.
En cuanto a frutas y verduras, también es aconsejable guardar estos productos en los cajones inferiores del frigorífico, separados de otros tipos de alimentos y envueltos con papel film o bolsas para asegurar su frescura.