Mientras el consumo de vino y cerveza desciende de forma generalizada en España, hay una bebida que llegó a nuestro país a finales del siglo XIX que está en pleno auge. Además, es saludable y tiene un precio económico.
Originalmente, se utilizaba en farmacias para tratar dolencias estomacales, pero rápidamente se popularizó y comenzó a producirse de manera industrial. Sin embargo, a pesar de su larga historia y de que sus propiedades saludables son de sobra conocidas, no ha triunfado hasta ahora en la dieta española.
La bebida con burbujas que triunfa en la dieta mediterránea
Se trata del agua con gas, conocida popularmente como "sifón" en sus inicios, cuyo consumo per cápita antes de la pandemia era de aproximadamente 5 litros al año, muy por debajo de los 146 litros anuales que se consumen en Alemania.
Sin embargo, en los últimos años se ha producido un resurgimiento, especialmente entre aquellos que buscan alternativas saludables para mantenerse hidratados. De esta forma, su consumo ha pasado de los 66 millones de litros anuales a los 102 millones de litros en 2022, según datos de Statista.
¿Por qué el agua con gas está en auge?
- Hidratación: al igual que el agua natural, el agua con gas hidrata eficazmente el organismo. Además, contiene los mismos nutrientes esenciales, como calcio, potasio y magnesio. Por lo tanto, es una excelente alternativa para aquellos que buscan mantenerse hidratados sin recurrir a bebidas azucaradas. Además, su versatilidad permite aromatizarla con ingredientes naturales como frutas o aromáticos, haciendo que la hidratación sea una experiencia más placentera y variada.
- Sensación de saciedad: el gas presente en el agua con gas puede aumentar la sensación de saciedad, lo que ayuda a controlar la ingesta de alimentos y reducir las calorías consumidas durante una comida.
- Un plus de sabor y una opción muy refrescante: las burbujas de dióxido de carbono pueden hacer que las papilas gustativas sean más sensibles, acentuando el sabor de los alimentos y bebidas. Además, si añades hielo podrás disfrutar de una alternativa natural a los refrescos tradicionales.
- Digestión: el agua con gas puede facilitar la digestión, especialmente en comidas pesadas, al favorecer la producción de jugos gástricos y el vaciado gástrico.
El origen del agua con gas
El agua con gas, también llamada agua carbonatada o soda, tiene una historia fascinante que se remonta más de dos siglos atrás. Su origen se atribuye al químico británico Joseph Priestley, que en 1767 descubrió cómo infundir agua con dióxido de carbono. Este hallazgo fue accidental, ya que Priestley estaba investigando sobre los gases en una cervecería y notó que el gas producido durante la fermentación tenía un efecto efervescente cuando se disolvía en agua.
Más adelante, en 1772, el sueco Torbern Bergman desarrolló un aparato que permitía gasificar el agua a mayor escala, lo cual marcó el inicio de la producción comercial de agua con gas. Sin embargo, fue el alemán Johann Jacob Schweppe quien, en 1783, perfeccionó el proceso y fundó la empresa Schweppes, que hasta hoy sigue siendo sinónimo de agua con gas.