Depura el organismo gracias a su fuerte acción diurética, ejerce como protector cardiovascular por su poder antiinflamatorio, es rica en magnesio... Y además está buenísima. La piña es un clásico infalible del verano, y en Mercadona la venden a rodajas en un bote de unos 500 gramos que cuesta solo 2,90 euros.
El supermercado valenciano triunfa al comercializarla en este formato, porque así los consumidores se evitan el engorro de partir y cortar la piña (que no siempre es fácil).
Beneficios de la piña
Como fruta tropical que es, la piña destaca por su sabor dulce, ácido y refrescante, con un toque aromático. Su pulpa, de color amarillo intenso, es carnosa y fibrosa. Además, a nivel nutricional es un alimento verdaderamente interesante.
Es perfecta para las personas que quieren perder peso, puesto que aporta muy pocas calorías y contiene bastante fibra. Además, esta fruta tiene bromelina, una sustancia que, tal y como explican en este post de BM, facilita la digestión de las proteínas. Eso significa que alivia la hinchazón abdominal y las digestiones pesadas.
Prevención de enfermedades
Por si fuera poco, la bromelina presente en la piña es capaz de inhibir la proliferación de células tumorales y metastásicas, y es una buena aliada para prevenir el cáncer de estómago, según explica la Dra. Marta Aguirre, experta en nutrición y Medicina estética, en el citado post de BM. Ahora bien, no se trata, desde luego, de un alimento milagroso, pero sí puede ayudar a las personas enfermas.
Además, según indica la Fundación Española de Nutrición, la piña es fuente de vitamina C (contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo, lo que significa que puede ayudar a combatir el envejecimiento) y yodo (contribuye al metabolismo energético normal y a la producción de hormonas tiroideas y a la función tiroidea normal). Por otra parte, entre los componentes no nutritivos de la piña destacan los ácidos orgánicos, cítrico y málico, responsables de su sabor ácido.