El pasado 13 de agosto, Consumidor Global subrayaba la contradicción del aceite con la que algunos se forran: bajan las ventas y se habla de escasez. Ahora, un estudio elaborado por la Unió Llauradora calcula que el margen de beneficio de los supermercados e hipermercados sobre los productores de aceite de oliva se ha incrementado este pasado julio respecto al mismo mes del año en un 59%.
Esta sorprendente situación coincide con el inicio de la aplicación de la reducción del IVA del aceite de oliva al 0% el pasado 1 de julio, recuerda la organización agraria.
Los olivareros sufren una caída de las cotizaciones
De acuerdo al estudio, en los dos últimos meses completos (junio y julio), los olivareros de la Comunitat Valenciana han sufrido una caída en las cotizaciones que perciben del 7%, que se acentúa "todavía más si cabe" desde la reducción del IVA al 0%.
Además, en julio de este año, las cotizaciones de venta del aceite en los supermercados e hipermercados fue de media de 13 euros por kilo, con una reducción del 13% en relación con el mes anterior.
Lo que paga el consumidor y lo que recibe el agricultor
Otro de los datos destacados es que el incremento de precio aplicado al consumidor respecto del cobrado por el productor durante junio fue del 87%, mientras en julio fue del 75%.
Para la Unió, estos datos reflejan la diferencia entre lo que percibe en origen el productor y lo que pagan después los consumidores en los lineales. Si se compara julio de 2023 respecto al mismo mes de 2024, el precio que recibe el productor se incrementa ligeramente un 3%, pasando de 7,22 euros por kilo en julio 2023 a 7,42 euros por kilo en julio de 2024. Mientras tanto, según el estudio, el precio que paga el consumidor en supermercado e hipermercado se incrementa un 55%, pasando de 8,4 euros por kilo que valía en julio de 2023 a los 13 euros por kilo de julio de 2024.
La retirada de las ayudas para los productores de aceite
Ante estas cifras, la Unió destaca la importancia del aceite de oliva como alimento estrella en la dieta mediterránea, el arraigo con el medio rural y su dinamización a través de los cultivos. "Aliviar al consumidor final es una buena medida. Sin embargo, debe ir acompañada de otras que beneficien en la misma proporción al agricultor", reivindica.
Además, lamenta que los productores de olivar, de gran importancia en la Comunitat Valenciana, han sido excluidos de todas las líneas de ayudas pese a sus reiteradas demandas, a pesar de sufrir consecuencias negativas como la sequía o la guerra en Ucrania.
Los efectos de la sequía
La organización estima que ya han sufrido pérdidas en la Comunitat por valor de 13,5 millones de euros por los efectos de la sequía, que descenderá la producción más de un 78%.
Son únicamente pérdidas económicas directas y solo de esta campaña 2024-2025, sin tener en cuenta las de las próximas ni la muerte del arbolado o las pérdidas indirectas de mano de obra, almazaras o logística.