El corazón es un órgano rodeado de metáforas y simbolismo, pero no es sino el motor que impulsa la sangre y permite que ésta fluya por todo el cuerpo. Mantenerlo sano es absolutamente fundamental: cuando no funciona correctamente, la calidad de vida empeora y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades graves.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos por La Fundación Española del Corazón (FEC), en el año 2022 fallecieron en España más de 120.000 personas por alguna patología relacionada con la salud cardiovascular. La Organización Mundial de la Salud, por su parte, estima que el 80% de las muertes prematuras (3 de cada 4) por esta causa se pueden evitar.
Hábitos saludables
Por eso, los expertos insisten una y otra vez en la importancia de los hábitos saludables, como hacer de ejercicio físico de intensidad moderada de forma habitual, comer de forma saludable y no fumar.
Además, los datos de la FEC reflejan que el 42,6% de los adultos españoles tiene hipertensión (los hombres son más prevalente que las mujeres: el 49,9% de ellos la padecen frente al 37,1% de las mujeres), uno de los principales factores de riesgo que supone la vía de entrada a la enfermedad cardiovascular. Lo más problemático es que el 84,1% de los jóvenes españoles de entre 18 y 30 años desconoce que tiene hipertensión.
Qué alimentos debes evitar
Gemma Chiva-Blanch, profesora agregada de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, explica en el blog de la universidad cuáles son los alimentos que conviene evitar para mantener un corazón sano:
- Carnes procesadas: embutidos, salchichas, frankfurts, beicon y otras carnes procesadas contienen altos niveles de grasas saturadas, sodio y algunos aditivos que pueden aumentar el colesterol, la presión arterial y, por lo tanto, el riesgo de infarto.
- Carnes rojas: a pesar de ser una fuente de proteínas y hierro, el consumo excesivo de carne roja, especialmente las variedades grasas, se asocia con un mayor riesgo de enfermedades del corazón a causa de su alto contenido en grasas saturadas.
- Alimentos fritos: las patatas fritas, los buñuelos, los alimentos rebozados y otros alimentos fritos, sobre todo los que están fritos con aceites industriales, son ricos en grasas trans y pueden elevar el colesterol LDL ("malo").scos, zumos envasados, bebidas energéticas y otras bebidas con alto contenido de azúcar añadido contribuyen al aumento de peso, la diabetes y otros factores de riesgo para las enfermedades del corazón.
- Bebidas azucaradas: refrescos, zumos envasados, bebidas energéticas y otras bebidas con alto contenido de azúcar añadido contribuyen al aumento de peso, la diabetes y otros factores de riesgo para las enfermedades del corazón.
- Productos de bollería industrial: galletas, pasteles, helados, bombones, bollería industrial y otros productos similares suelen contener grasas trans, azúcar añadido y calorías vacías, que, del mismo modo que los alimentos fritos, pueden afectar negativamente a la salud del corazón.
- Cereales azucarados: muchos cereales para el desayuno, especialmente los dirigidos al consumo infantil, contienen altos niveles de azúcar añadido. Opta por cereales integrales con bajo contenido en azúcar y añade fruta fresca o frutos secos para obtener un desayuno saludable y nutritivo.
- Pasta, sopas y cremas envasadas: muchas sopas y cremas envasadas contienen altos niveles de sodio, que pueden aumentar la presión arterial y el riesgo de problemas cardíacos.
- Salsas comerciales: algunas salsas comerciales, como el kétchup y la mayonesa, o las salsas para ensaladas pueden contener altos niveles de azúcar, sodio y grasas poco saludables, que pueden afectar la salud del corazón si se consumen en exceso.
- Aperitivos salados: patatas chips, galletas saladas, pretzels y otros aperitivos salados como los frutos secos salados y fritos suelen ser ricos en sodio y grasas poco saludables, que pueden elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
- Alcohol en exceso: si bien un máximo de una bebida alcohólica al día podría ser cardioprotectora, el consumo excesivo de alcohol puede aumentar la presión arterial, debilitar el músculo cardíaco y contribuir a otros problemas de salud que afectan el corazón.