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Foodcoop, el supermercado justo donde hacer la compra es una pequeña gran revolución

Ubicado en el centro de Barcelona, este establecimiento se ha convertido en una alternativa sostenible, de proximidad y económica a cadenas como Ametller Origen o Veritas

Teo Camino

Una persona hace la compra en Foodcoop, el único supermercado cooperativista y participativo de Barcelona / TEO CAMINO

Escondido al fondo de un pasaje particular del Eixample de Barcelona, Foodcoop es un supermercado que vende productos ecológicos y de proximidad a todo el que desee optar por un consumo sostenible al mejor precio. A primera vista, parece un supermercado más, pero su fórmula es única en la ciudad.

En Foodcoop, a diferencia del resto de supermercados, cada alimento es lo que parece. Si un cliente se pasea entre sus amplios lineales, verá que predominan los productos ecológicos, cultivados y elaborados por personas con nombres y apellidos que trabajan de forma responsable y coherente, y escasean los plásticos. Sí, su fórmula mágica consiste en ofrecer productos naturales de Cataluña y el resto de España, los de toda la vida, a un precio asequible y sin ánimo de lucro. Esa es su pequeña gran revolución.

Foodcoop, la mejor alternativa de consumo alimentario

“Somos una alternativa de consumo alimentario que respeta la tierra y a las personas que la cultivan”, expone a este medio Cristina Gil, socia y colaboradora activa de la cooperativa Foodcoop desde su fundación en febrero de 2022. 

La puerta de entrada a Foodcoop Bcn en el Pasaje de Aragón número 9 / TC

“La idea es que todo lo puedas comprar aquí. Si no encuentras algo, pídenoslo y lo buscaremos hasta conseguir el mejor proveedor”, añade Gil, que acude cada semana a este rincón del Pasaje de Aragón número 9 y participa en el funcionamiento del único supermercado de comercio, consumo y precio justo de Barcelona.

Productos de proximidad real

Mientras Ametller Origen alardea de vender productos de proximidad y compra limones en Sudáfrica y judías en Kenia, “nosotros no nos iremos a Perú a buscar los aguacates ni los kiwis a Nueva Zelanda. Los nuestros son de Asturias y Málaga”, apunta Gil, quien asegura que casi todos los alimentos se pueden encontrar en la península y de producción ecológica en función de la temporada. "Todo es de temporada excepto el tomate, con el que hacemos concesiones puntuales", añade la voluntaria.

Naranjas y limones de proximidad / TC

La lechuga, el hinojo, los ajos tiernos, la cebolla dulce, el boniato, las fresas y las alcachofas a la venta en Foodcoop son de El Prat del Llobregat. Las naranjas, de Montsiá (Tarragona). Y así con todos los alimentos. “No encontrarás una lechuga (0,30 céntimos) mejor ni tan barata en ningún lado”, explica Silvia, clienta y socia reciente, al tiempo que muestra las hojas todavía frescas.

Más barato que Veritas y Ametller Origen

“Hemos entrado en muchas tiendas Veritas y podemos asegurar que somos más baratos”, apunta Gil sobre los precios de Foodcoop en comparación con los de la cadena líder de supermercados ecológicos.

Basta con hacer una comprobación rápida de cuatro o cinco alimentos ecológicos para percatarse de que los aguacates (4,42 euros/kilo), las calabazas (1,54 euros/kilo), los kiwis (3,49 euros/kilo) y la leche (1,15 euros/litro) de Foodcoop también son más baratos y cercanos que los de Ametller Origen. Incluso algunos productos envasados, como las patatas fritas Torres de jamón ibérico o el caldo natural ecológico Aneto, son 28 y 14 céntimos más baratos, respectivamente, en Foodcoop que en Ametller.

Un carrito de la compra en Foodcoop BCN / TC

Cómo funciona Foodcoop

Cualquier persona que quiera cambiar su manera de consumir alimentos puede hacer la compra en Foodcoop, pero todos los productos de la cooperativa del Eixample tienen dos precios: uno para socios y otro para el público general, que es un 10% más caro.

La membresía requiere del pago de una cuota inicial única de 10 euros y de hacer un turno al mes. “Nuestras más de 600 socias y socios ayudan en la organización del súper durante un par de horas al mes. Pueden venir cuando les vaya bien, somos flexibles. Así, con un pequeño esfuerzo, forman parte del cambio”, explica Gil.

Un supermercado libre de plásticos

En BonÀrea, toda la fruta y la verdura se vende plastificada. Carrefour y Caprabo no lo hacen mucho mejor. Y el resto de supermercados también deja mucho que desear en este aspecto. Mientras tanto, en Foodcoop no hay más plástico que el estrictamente necesario, y, por supuesto, las frutas y verduras se venden sin él.

La pared con productos a granel de Foodcoop / TC

Entrando a la derecha, hay una inmensa pared con decenas de productos a granel. Pero no sólo los alimentos se venden así, también los artículos de droguería. Detergentes, suavizantes, jabones y pastillas para el lavavajillas también se comercializan con un dispensador o por unidades. Incluso los huevos de las gallinas de Oriol se venden a 31 céntimos el huevo.

Detergente, suavizante y otros líquidos a granel / TEO CAMINO

Otra forma de comprar

Además de la ausencia de plásticos, también llama la atención la forma de andar que tienen los consumidores. Van sin prisa. Compran reposadamente. "Aquí podemos comprar cualquier cosa sin preocuparnos por el origen, porque sabes que es de proximidad y de un productor respetuoso", apunta Silvia. Por si acaso, al fondo del local tienen un dosier ilustrado con las fichas completas de cada uno de los proveedores de Foodcoop.

Los huevos son de Oriol, la leche viene de una cooperativa que cuida a sus productores y a las vacas, el café es de Oxfam Intermón, el atún es de pesca sustentable, los vinos son naturales, el agua sólo se vende en botellas de cristal y el pan lo traen de una panadería de toda la vida de la calle Galileo. "Saber qué compras, de dónde viene y cómo lo hacen no tiene precio", relata Silvia, quien añade: "Foodcoop es un tesoro".