Ni huevo ni mantequilla de cacahuete. La remolacha es el superalimento que está recuperando su protagonismo en nuestras neveras. Perteneciente a la familia de las quenopodiáceas al igual que la acelga y la espinaca.
Es una hortaliza que destaca por su vibrante color rojo intenso, que a menudo adquiere un tono púrpura muy ligado a su característico y explosivo sabor. Su sabor característico y fuerte suele hacerla ideal como acompañamiento en lugar de ingrediente principal en muchos platos, aportando un toque especial de color y nutrientes.
El poder de la remolacha en el deporte
En Consumidor Global hemos querido preguntar a una nutricionista sobre los potentes efectos de la remolacha en nuestro organismo, sobre todo a la hora de hacer deporte. Para ello, hemos hablado con la experta en alimentos, nutrición y dietética Duna Nicolau Bartel.
La remolacha es una hortaliza con grandes propiedades energéticas, antioxidantes y vitamínicas y que en numerosas patologías ayuda a la prevención y desarrollo de éstas por su poder antioxidante. Pero si hay un lugar donde la remolacha está cautivan corazones y estómagos, es en el deporte. Para todo los abonados a la vida sana y al deporte, tenemos una buena noticia.
La remolacha, la mejor amiga de nuestros músculos
Duna Nicolau, experta nutricionista, nos cuenta más sobre esta hortaliza y sus beneficios en el deporte: "Esta hortaliza está siendo de gran ayuda para colaborar en una pronta recuperación muscular, gracias a su alto contenido en nitratos. Los nitratos mejoran el flujo sanguíneo por nuestro organismo, ayudando de esta manera a un suministro más rápido y eficiente de oxígeno por nuestros músculos y pulmones”, nos comenta.
“Por ello también este alimento es recomendado para personas con anemia o con problemas cardiovasculares. De esta manera, y, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, se reduce el dolor muscular ocasionado por las agujetas y una mejora en el rendimiento”, nos detalla la experta sobre esta íntima relación que guarda la remolacha con nuestro rendimiento deportivo en el gimnasio.
Beneficios de la remolacha
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Gracias a su alto contenido en flavonoides, la remolacha se ha asociado con la prevención de ciertos tipos de tumores, al punto de ser considerada un alimento con propiedades anticancerígenas.
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La remolacha es también una excelente fuente de hierro y vitamina C, lo que la convierte en un buen aliado contra la anemia.
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Como antioxidante, este vegetal tiene beneficios para la salud cardiovascular y ayuda a reducir la presión arterial, favoreciendo así la protección del corazón.
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Su gran aporte de fibra resulta beneficioso para prevenir problemas digestivos, especialmente el estreñimiento.
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Aunque la remolacha contiene un alto nivel de azúcar natural, su bajo aporte calórico y la lenta absorción de sus hidratos de carbono la hacen ideal para dietas de control de peso.
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Además, los nitratos presentes en la remolacha se transforman en óxido nítrico en el organismo, contribuyendo a mejorar el rendimiento físico al proporcionar un impulso natural de energía.
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Finalmente, su alto contenido en potasio es útil para el equilibrio nervioso y muscular, y para mantener un ritmo cardíaco más adecuado.
El peligro de la remolacha: los nitratos y las nitrosaminas
Mucho se ha especulado sobre la idea de que un consumo excesivo de ciertas frutas u hortalizas puede resultar dañino a largo plazo. La nutricionista Duna Nicolau ha querido arrojar luz sobre el tema que más preocupa: qué ocurre con los nitratos cuando se convierten en nitrosaminas.
“Los nitratos se encuentran de forma natural en las verduras y hortalizas, ya que son absorbidos y acumulados por las plantas. Poseen cualidades antioxidantes muy positivas, pero, al mismo tiempo, si se transforman en nitrosaminas, que son compuestos tóxicos para el organismo, pueden resultar perjudiciales", advierte.
"Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se comenta como las nitrosaminas en los alimentos pueden resultar un problema para la salud, ya que éstas se forman durante la preparación y transformación de los alimentos. De hecho, esta explica como algunas nitrosaminas presentes en los alimentos pueden llegar a resultar carcirógenas (causantes de cáncer) y genotóxicas (dañinas para nuestro ADN)”, advierte la experta.
¿Cómo cocino la remolacha para eliminar este riesgo?
Pero no hay que alarmarse, ya que existen técnicas o formas de consumir la remolacha que evitan desarrollo o la aparición de las nitrosaminas anteriormente citadas. Nuestra nutricionista Duna Nicolau, nos da una serie de pautas para los que ahora se están preguntando sobre cómo puede evitar la conversión de nitratos a nitrosaminas en la remolacha para comerla sin miedo.
La mejor forma de comer remolacha según los nutricionistas
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Acompañándola con alimentos ricos en vitamina C. El ácido ascórbico o, popularmente conocido como vitamina C, inhibe la formación de nitrosaminas, ya que bloquea las reacciones de nitrosación y por tanto previene o reduce significativamente la formación de nitrosaminas.
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Evitando la cocción de la remolacha a temperaturas muy altas. Las temperaturas relativamente altas (99-185ºC), como por ejemplo las técnicas culinarias de fritura, se acelera el proceso de nitrosación (fromación de nitrosaminas).
Ideas de platos con remolacha
La versatilidad de la remolacha permite incorporarla de diversas maneras en la dieta, aprovechando tanto sus propiedades nutricionales como su atractivo color y sabor. En Consumidor Global te proponemos estos tres sencillos platos, ideales para nutrir tu cuerpo después de entrenar.
1. Hummus de remolacha
Una de las propuestas más atractivas es preparar hummus de remolacha. Este delicioso aperitivo no solo es fácil de elaborar, sino que también aportará un hermoso toque de color a tu mesa.
INGREDIENTES:
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250 g de garbanzos cocidos
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El jugo de medio limón
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2 cucharaditas de tahini
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1 diente de ajo picado
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Comino al gusto (opcional)
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Media remolacha cocida
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Aceite de oliva virgen extra y sal
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Agua para ajustar la consistencia al batir los ingredientes
Solo debes colocar todos los ingredientes en una batidora y triturarlos hasta obtener una crema espesa. Sirve el hummus de remolacha acompañado de nachos o crudités para disfrutar de un aperitivo delicioso y atractivo.
2. Crema de remolacha, calabaza y guisantes
Para la crema de remolacha, comienza cortando 1 cebolla en trozos pequeños y sofríela en la olla a presión con 3 cucharadas de aceite hasta que esté dorada. Agrega la remolacha y una patata, ambas cortadas en trozos, y cúbrelas con agua. Añade sal y cocina durante 10 minutos. Luego, tritura la mezcla hasta obtener una crema suave y sirve.
INGREDIENTES:
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1 kg de remolacha
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1 calabaza
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1 kg de guisantes congelados
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2 cebollas
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2 patatas
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1 puerro
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1 zanahoria
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1 litro de caldo de verduras
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1 yogur natural o griego
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Aceite de oliva
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Nuez moscada
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Sal
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Pimienta
3. Guiso de huevos con remolacha
Coloca un cazo al fuego con los 4 huevos cubiertos de agua. Cocina a fuego medio durante 10 minutos desde que el agua comience a hervir. Retira del fuego, deja enfriar un poco y pela; reserva.
En otro cazo, combina los vinagres de vino tinto y de sidra, 200 ml de agua, las semillas de mostaza, la sal y el azúcar moreno. Lleva a ebullición a fuego lento durante 5 minutos. Luego, retira y deja reposar durante 15 minutos.
Pela y corta en trozos la remolacha, la cebolla roja y el ajo. Coloca los huevos y las verduras en un frasco de cristal esterilizado y cubre con la mezcla de vinagres. Cierra bien y deja reposar en el refrigerador al menos un día antes de servir.
INGREDIENTES:
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2 remolachas cocidas
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1 cebolla roja
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1 diente de ajo
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200 ml de vinagre de vino tinto
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100 ml de vinagre de sidra
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4 huevos
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1 cucharadita de sal
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1 cucharadita de azúcar moreno
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1 cucharadita de semillas de mostaza
Otras formas de cocinar la remolacha
Cruda: Consumir remolacha cruda es una opción nutritiva, aunque puede resultar un poco indigesta para algunas personas. Se suele incorporar en ensaladas para añadir un toque visual y de sabor más fresco y distintivo.
En jugo: Cruda también puede disfrutarse en forma de zumo o smoothie, combinada con otras verduras en mezclas usualmente orientadas a dietas más fitness y "détox".
Hervida: La remolacha cocida es una forma popular de consumo. Para lograr la textura ideal, basta con hervirla durante unos 40-45 minutos según cómo nos agrade más al gusto.
En crema: Las cremas de remolacha son otra excelente alternativa. Esta preparación permite muchas combinaciones, como añadir zanahoria, patata o incluso queso, creando una mezcla refrescante y deliciosa en la que la remolacha es el ingrediente estrella.
Al vapor: Cocinarla al vapor es sencillo; solo hay que colocar las remolachas enteras en una olla y dejarlas cocer de 30 a 45 minutos, hasta que estén tiernas.
Asada: Para asar la remolacha, precalienta el horno a 200 °C, úntalas con un poco de aceite de oliva y hornea durante 45-60 minutos, hasta que alcancen la textura deseada.