Loading...

Desayunamos en el local de Mallorca de la calle Serrano, una cafetería majestuosa que mira al futuro

Este local busca llegar al turista extranjero con nuevos tipos de producto sin perder su esencia tradicional

Juan Manuel Del Olmo

Interior de la Pastelería Mallorca de la calle Serrano de Madrid / CG

Hay personas que afirman tener decidido que, si les tocase la lotería, se darían un buen homenaje: emprenderían el viaje de sus vidas, se comprarían un pisito (o un pisazo, o al menos darían la entrada) o un coche de lujo. Cuando en diciembre de 1932 le tocó a Ramón Acín, pintor y pedagogo anarquista, dedicó parte del premio gordo de la lotería de Navidad a financiar Las Hurdes, la película de su amigo Luis Buñuel. Dos años antes le tocó a Bernardino Moreno, que decidió fundar la pastelería Mallorca en la calle Bravo Murillo de Madrid. Hoy, de esa suerte genuina ha florecido un imperio del desayuno y el dulce.

“Sus ensaimadas y torteles pronto cogieron fama. A cada hora sacaban hornadas de ensaimadas y torteles y la gente hacía cola en la puerta”, recuerda la empresa en su web. Hoy el grupo tiene 9 tiendas en la capital y, para conocer mejor su historia y su reputación, hemos desayunado en la flamante y recién reformada de la calle Serrano, al lado de la Puerta de Alcalá.

Local renovado con nuevos espacios

Este local de Mallorca se inauguró en 1989 y ahora luce renovado, con más amplitud y con la ventaja de contar con espacios bien aprovechados a los que antes no se les sacaba partido. Así lo cuenta, sin disimular su satisfacción, Carlos Arévalo Moreno, bisnieto de Bernardino y director de tiendas de Pastelerías Mallorca.

El espacio de la cafetería Mallorca de la calle Serrano / CG

La cola que se formaba a veces en la puerta era exagerada, relata, mientras que ahora el proceso de pedido resulta mucho más eficiente en los distintos puntos. Quizá la principal novedad es que ahora se vende una cajita take away que viene con un bollo o un croissant, un café y una bebida saludable. Con esto se pretende llegar al boyante turista extranjero que anda por la zona visitando las tiendas de Loewe, Kenzo o Versace. Es lo opuesto al desayuno lento y ritual, que es a lo que estaban acostumbrados algunos clientes incondicionales que lleven décadas abriendo aquí su día, pero es rentable.

Pasado y presente

El servicio continúa siendo enormemente atento, servicial y con ese punto ceremonioso que agrada sin abrumar, de modo que, en términos generales, el pasado y el presente se conjugan de manera sobresaliente. Este tanto hay que apuntárselo a Alejandra Pombo, que ha sido la interiorista encargada de la reforma. 

Arévalo afirma que dan más de 500 desayunos diarios, si bien el 50% del negocio de la empresa corresponde ya al canal online. Y la oferta de Mallorca es suntuosa, desde empanadas a buñuelos de avena pasando por icónicas palmeritas, su exquisita ensaimada o tostadas con salmón o jamón ibérico. Con todo, no es para todos los bolsillos: un café con leche en Mallorca Serrano cuesta 4 euros y una chapata algo más de 5.

Planta baja

¿Quién no ha soñado con encontrar un tesoro escondido en el sótano de una casa? En el de Mallorca Serrano lo hay: queda a la vista el horno y el obrador (y el olfato agradece ese ejercicio de transparencia) y se han dispuesto una serie de mesas para descansar o teletrabajar en un ambiente reservado y exclusivo.

Planta baja de Mallorca Serrano / CG
 

Para los incondicionales de la luz natural, en la parte de arriba copa las miradas un gran letrero de Mallorca con cierto aire retro y letras doradas. Tal y como explica Arévalo, es de hierro forjado, data de los años 50 y lo encontraron medio abandonado en el jardín de la casa de su abuela. Ahora se le ha dado un papel protagonista que concuerda con los valores de la empresa: tradición, vocación de excelencia y durabilidad.