Culmárex, el gigante de la acuicultura que "maltrata" a sus peces antes del sacrificio

Los responsables de las explotaciones ganaderas y de acuicultura “evitarán a los animales agitación, dolor o sufrimiento innecesarios durante el sacrificio o matanza”, establece el artículo 6.1 de la ley de protección animal publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Lamentablemente, esta legislación no se cumple en algunas explotaciones de acuicultura españolas.

En la actualidad, el sacrificio de dorada y lubina en España se lleva a cabo sin un aturdimiento previo efectivo, lo que provoca que los animales tarden en perder la consciencia entre 7 y 34 minutos, según diversos estudios científicos. Durante esta prolongada agonía, los peces muestran comportamientos indicativos de estrés y sufrimiento. Sin embargo, existe un método de aturdimiento capaz de erradicar este sufrimiento animal. ¿Por qué no lo emplean las empresas españolas?

Culmárex "maltrata" a sus lubinas y doradas antes de sacrificarlas

La mayoría de empresas españolas especializadas en acuicultura sacrifican a sus lubinas y doradas mediante el denominado “enfriamiento en hielo”, que consiste en la inmersión de los peces en un contenedor o estanque al cual se le añade hielo. Un método que “no se considera humanitario”, según el último estudio científico elaborado por el Animal Welfare Education Center (Awec) de la Universidad Autónoma de Barcelona, y que desaconseja hasta la propia Asociación Empresarial de la Acuicultura Española (Apromar).

“Culmárex, que es una de las principales empresas dedicadas a la producción de lubina y dorada en España, Acuidelta, Acuipalma y Geremar están haciendo sufrir a los peces cuando existe una alternativa que sí apuesta por el bienestar de estas especies”, denuncia la responsable del área de acuicultura del Observatorio de Bienestar Animal Míriam Martínez. Si hacen sufrir a los peces pudiéndose evitar, ¿se considera maltrato animal? “Sí”, zanja la especialista.

¿Por qué las empresas españolas no emplean el aturdimiento eléctrico?

Desde Awec recomiendan la implementación del aturdimiento eléctrico para lubinas y doradas, una práctica que ya se aplica a nivel comercial en el Mediterráneo oriental (Grecia y Turquía) y que garantiza una rápida pérdida de consciencia, “mejorando el bienestar animal y la calidad del producto”.

Si se aplica con éxito en otros países y mejora el bienestar animal, ¿por qué no se emplea en España? “Porque no tienen la presión de tener que invertir en bienestar animal. Los peces son los grandes desconocidos y todavía no hay tanta conciencia como en la ganadería”, señala Martínez. Al mismo tiempo, en el caso de la dorada y la lubina, “estas empresas alegan que la maquinaria existente no se ha probado en la costa española y que podría no adecuarse a sus barcos, pero no son más que excusas porque se utilizan en otros países”, añade la experta. 

Avramar es la única comprometida con el bienestar animal

En España, la lubina es la especie de piscifactoría que más se produce, con más de 23.000 toneladas anuales. La dorada, con casi 9.000 toneladas, es la segunda especie que se cría en la acuicultura marina. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, existen 82 piscifactorías en España autorizadas para estas especies, que se distribuyen principalmente en Andalucía, Comunidad Valenciana, Canarias y Región de Murcia.

Culmárex, Acuidelta, Acuipalma, Geremar y la inmensa mayoría de empresas no aturden correctamente a sus peces. De hecho, Avramar, la mayor productora de lubina y dorada del Mediterráneo con sede en Valencia, es la única que “se compromete a implementar el aturdimiento eléctrico (el más efectivo) en todas las granjas de España y en más del 50% de la producción de Grecia para finales de 2027”, se puede leer en su página web.

Una legislación en revisión

Viendo lo que sufren en España las lubinas y las doradas, seres conscientes y sintientes, desde Awec consideran que la Unión Europea debe legislar incluyendo aspectos especie-específicos del bienestar de los peces de acuicultura. De hecho, la Comisión Europea ya ha confirmado que se incluirán “requisitos más específicos para la matanza de las principales especies de peces de piscifactoría” en la revisión de la legislación de bienestar animal que está en proceso.

Mientras se revisa la legislación, ya hay grandes empresas del sector que se han comprometido a aturdir eficientemente a los animales, pero todavía hay productores que siguen utilizando el sacrificio en hielo. Como siempre, el consumidor tiene la última palabra a la hora de elegir una lubina u otra.