El pasado mes de enero, Nutriscore dio un volantazo. Este sistema “de etiquetado nutricional frontal de uso voluntario” (que es como lo describe la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, Aesan) endureció sus postulados. Tal y como explicó Ana Carrasco en este artículo de Consumidor Global, hace seis meses se implementó un nuevo algoritmo de cálculo que las empresas debían trasladar en un plazo transitorio de dos años a los productos que estuviesen en el mercado antes de esa fecha. Ahora, la lenta adaptación al cambio ha salpicado a una bebida vegetal de Alcampo.
Se trata de la bebida de arroz UHT de su marca blanca, con "alto contenido de vitamina C y calcio", que ha pasado de ser etiquetada como clase B a clase D, lo que supone una desmejora muy notable. Hay que tener en cuenta que Nutriscore clasifica los alimentos en 5 categorías empleando un logo que incluye una letra y un color que va de la A (verde oscuro) a la E (naranja oscuro). Así lo denunció un consumidor en la red social X, que se encontró en el lineal del supermercado dos briks idénticos… con distinta puntuación.
La bebida es la misma
Este internauta reconocía que el marcador de Nutriscore ya le parecía “algo arbitrario”, pero afirmaba que ahora se había convertido en un absurdo. La respuesta de Alcampo a este cliente desorientado resulta llamativa: “Han sacado un nuevo algoritmo, y por ello aunque el producto sea el mismo, la letra sí ha cambiado”, alegaron.
Es decir, que la composición de la bebida no ha cambiado: continúa aportando 46 kcal por cada 100 gramos de producto, al igual que 1,1 g de grasas y 9 g de hidratos de carbono (de los cuales, 5,7 g son azúcares).
Penalización al azúcar
Según explican en Consumer, el blog de Eroski, el nuevo algoritmo de Nutriscore deja de considerar alimentos sólidos la leche, las bebidas a base de leche y las de origen vegetal. Además, el sistema penaliza más el azúcar.
“Los edulcorantes acalóricos utilizados para endulzar, como la sucralosa, la sacarina o la estevia, reciben una penalización de 4 puntos. Esto hace que las bebidas que tenían una B, como los refrescos “zero”, se puntúan con una C. Los refrescos que añaden edulcorantes y azúcar pasarán de D a E”, indican. Este descenso es más fácil de comprender si lo que se pretende es castigar a los sustitutos del azúcar, pero no debe olvidarse que esta bebida de arroz de Auchan no tiene azúcares añadidos.
Continúa la B
Por si el hecho de vender en el supermercado dos bebidas vegetales exactamente iguales con rangos diferentes no fuera bastante confuso, Alcampo todavía no ha corregido la letra ni en su página web ni en los supermercados que este medio ha visitado. Eso significa que las personas que compran esta bebida vegetal siguen encontrándose que está clasificada con una B, es decir, que podrían estar adquiriendo un producto menos sano de lo que imaginan.
El hecho es que, con la fotografía del consumidor citada al inicio de este artículo, la liebre ya ha saltado. Así, se plantean interrogantes espinosos: ¿se le coló a Alcampo una partida de bebidas vegetales que sí iban con la D, que la entidad no quería colocar todavía en los lineales? ¿Pretende apurar el periodo de 2 años, y no asustar hasta entonces? ¿Fue una toma de contacto, la primera de las que vendrán, para valorar cómo afecta la D a las ventas? Este medio ha contactado con la cadena, desde donde se limitan a ofrecer respuestas escuetas en forma de enlaces a Aesan.
El cambio de algoritmo no está claro
“No hay nada demasiado claro sobre la forma en la que se ha cambiado el algoritmo de Nutriscore”, explica, tajante, la dietista-nutricionista Cristina Lajas a este medio.
A juicio de esta experta, dado que lo que se pretende es penalizar el azúcar y premiar componentes como la fibra, esos 5,7 gramos de azúcares por cada 100 de producto que contiene este producto de Auchan serían la razón de la enmienda. “Pensemos que un vaso de esta leche serían más de 11 gramos de azúcar”, resalta.
“Ya era un poco cuestionable”
“No creo que esto ponga en duda la fiabilidad de Nutriscore, porque realmente ya era un poco cuestionable. Lo que ocurre es que no valora el producto en general, sino los valores nutricionales”, cree Lajas, que considera que el sistema no analiza a fondo de dónde vienen los números, lo que deslavaza el juicio.
“Que un alimento sea alto en grasa no significa per se que sea malo. Hay que mirar el producto en su totalidad. El aceite de oliva es todo grasa, claro, pero es un producto saludable”, razona esta nutricionista, quien recuerda que hasta ahora Nutriscore no ponderaba negativamente la Coca-Cola Zero.
Atención a cada marca
“Con las bebidas vegetales hay que tener muy en cuenta una cosa: son saludables, pero siempre depende del tipo de bebida. Al contrario que la leche de vaca, donde la composición varía poco entre las distintas marcas, en las vegetales pueden variar mucho los ingredientes y la composición nutricional, tanto entre marcas como entre los distintos tipos”, agrega Lajas.
Eso implica que haya algunas “muy buenas” y otras “que no lo son tanto”. “Esta en concreto, la bebida de arroz de Alcampo, no me parece demasiado interesante”, zanja.