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Una calçotada infinita para celebrar la Navidad

Consumidor Global se sienta a la mesa de Mamut Beach Club para probar su menú especial navideño, una propuesta que el restaurante presenta por segundo año consecutivo

Ana Carrasco González

La zona de brasas de Mamut Beach Club donde se cocina la calçotada infinita / CG

Con la llegada de la temporada navideña y ante las inminentes comilonas en familia, decido visitar con mi pareja Mamut Beach Club, un restaurante ubicado en Viladecans, a solo diez minutos de Barcelona. Había escuchado hablar de su menú especial de Navidad, y su propuesta de combinar gastronomía catalana con un entorno privilegiado frente al mar me parecía el plan perfecto para una escapada gastronómica.

Un imponente mamut esculpido te recibe a la entrada, marcando el carácter distintivo del espacio. Una vez dentro, el ambiente se siente cómodo y bien pensado. La camarera nos recibe con una sonrisa y nos invita a recorrer el lugar. “Todos los productos vienen del Parque Agrícola de Castelldefels”, nos comenta mientras paseamos por el salón principal. Al llegar a la zona de brasas, el aroma ahumado envuelve y observamos los calçots chisporroteando en la parrilla. 

“Hay que venir con hambre”

Antes de comenzar la comida, nos sentamos en la terraza, aprovechando un día despejado de invierno. Dos cervezas frías nos acompañan mientras admiramos cómo el lugar se llena poco a poco. Aunque diciembre es temporada baja, se respira un ambiente animado; grupos de amigos, familias y parejas se apoderan poco a poco de las mesas sobrantes.

Unos calçots en Mamut Beach Club / CG

Optamos por el menú de calçotada de 40 euros, diseñado específicamente para la temporada y ampliamente aclamado en su debut el año pasado. El arranque no puede ser más contundente; una teja de calçots ilimitados servidos con salsa romesco casera, acompañados de alioli y pan de payés a la brasa con tomate. Los calçots están asados al punto justo, tiernos por dentro, con esa ligera carbonización en el exterior que les da carácter. “Hay que venir con hambre”, nos avisa la camarera. No es una exageración. Esto es solo el principio. 

Alioli y pan de payés a la brasa con tomate / CG

Las alcachofas, unas grata sorpresa

Pero la verdadera sorpresa son las alcachofas a la brasa. La camarera nos promete que “están de diez”, y no decepcionan. Tiernas, jugosas y con un sabor ahumado profundo, cada bocado era una celebración del producto y la técnica.

Las alcachofas a la brasa / CG

Para el plato principal, elegimos la parrillada de carne Mamut, un generoso surtido que incluye pluma ibérica, butifarra, cordero y pollo, acompañado de patatas al caliu, escalivada y alubias de Santa Pau. Cada corte estaba cocinado en su punto, destacando especialmente la pluma ibérica, que se deshacía en la boca gracias a su jugosidad. 

La parrillada de carne Mamut / CG

También probamos el arroz

Si bien nos decidimos por la parrillada, otra opción destacada en el menú es el arroz mar y montaña, preparado con pluma ibérica y zamburiñas. Tras las recomendaciones de la camarera y la reputación que precede a este plato, lo pedimos. El uso de productos frescos y de proximidad, como nos explicaron, se refleja en la calidad del resultado final y, desde el primer bocado, quedó claro que su fama está bien merecida. 

El arroz mar y montaña / CG

Para cerrar la experiencia, optamos por el brownie de chocolate como postre. Servido ligeramente templado, tiene una textura perfectamente equilibrada entre la densidad característica de un buen brownie y la suavidad que lo hace fundirse en el paladar. El chocolate, intenso y de calidad, destaca sin resultar empalagoso, y el acompañamiento –una bola de helado de vainilla– añade un contraste refrescante y cremoso al plato.

El brownie de chocolate / CG

Una experiencia más allá de la mesa

Mamut Beach Club no se limita a lo que se sirve en el plato. Su ubicación privilegiada frente al mar y su terraza hacen que el lugar sea especialmente atractivo, incluso en invierno. Tras la comida, nos tomamos unos minutos para disfrutar del ambiente con el sonido del mar de fondo. Otro punto a destacar es el aparcamiento gratuito para clientes, un detalle práctico que facilita mucho la visita.

El restaurante también se adapta a diferentes épocas del año. Mientras que en invierno ofrece espacios acogedores como el Winter Garden y propuestas gastronómicas enfocadas en la tradición, en verano se transforma en un club vibrante, ideal para disfrutar del litoral de Baix Llobregat.

Otras propuestas del Mamut

Además del menú de calçotada, Mamut Beach Club ofrece otras opciones interesantes, como el Menú Chuletón para dos personas por 40 euros por persona, que incluye:

  • Entrante: ensalada verde con lechuga trocadero, tomate, huevo duro y ventresca de atún, acompañado de pan de payés con tomate de colgar y alioli.
  • Plato principal: chuletón de vaca con guarnición a escoger (patatas al caliu, patatas fritas o pimientos del padrón).
  • Postre: crema catalana de maracuyá con fresas especiadas.
  • Una bebida por comensal.

También cuentan con un menú de mediodía de miércoles a viernes, con opciones similares por 24,90 euros.