Comer una tira de tocino, con su piel, frita o salteada a la sartén, o braseada en la parrilla, es sano. Esta es la conclusión a la que ha llegado la Facultad de Ciencias de la Salud de Soria, perteneciente a la Universidad de Valladolid, que ha llevado a cabo un estudio que indica que un consumo de torrezno con ración adecuada o razonable puede incluirse en una dieta saludable.
Además, la investigación publicada recientemente en la revista científica Food Science & Nutrition deja constancia de que los datos de colesterol de la muestra estudiada no aumentaban, sino que, incluso, los disminuía.
Una dieta saludable con torreznos
El consumo semanal de torreznos no perjudica a la salud de los comensales siempre y cuando la fritura se haga en aceite de oliva virgen extra y estos se combinen con otros alimentos ricos en fibra, según desvela el estudio. Una ración semanal adecuada puede ser unos 300 gramos.
"La conclusión principal es que, cuando introducimos un producto inicialmente rico en grasas saturadas, como es el torrezno, y siempre que estos hayan sido fritos en aceite de oliva virgen extra, obtenemos un alimento con los ácidos grasos mono insaturados elevados, y, si además añadimos fibra en el mismo acto alimentario, los efectos cardiovasculares no son negativos", resalta la científica Zoraida Verde.
Un estudio con base científica
El estudio, realizado por las profesoras Zoraida Verde, Ana María Fernández Araque y Patricia Romero Marco, está avalado por el Comité de Bioética de la Universidad de Valladolid.
Además, cuenta con el apoyo de la Fundación Científica Caja Rural de Soria y ha sido elaborado en colaboración con la Asociación de Fabricantes de Torrezno de Soria.
La receta clásica para hacer torreznos de Soria
Para hacer unos buenos torreznos se necesita panceta curada, preferiblemente de Soria, aceite de oliva virgen extra, y seguir las siguientes instrucciones:
- Preparación de la panceta: si tienes la panceta en la nevera, sácala con antelación para que esté a temperatura ambiente. Córtala en tiras de unos 2-3 cm de grosor.
- Cocción lenta: en una sartén antiadherente, cubre el fondo con un poco de aceite de oliva virgen extra. Coloca las tiras de panceta con la piel hacia abajo y cocínalas a fuego lento. Debes cocinarlas lentamente hasta que la corteza se hinche y se cubra de burbujas, lo que puede tomar unos 20 minutos.
- Fritura: una vez que la corteza esté hinchada, sube el fuego al máximo y fríe los torreznos por ambos lados hasta que estén dorados y crujientes (5-10 minutos).
- Escurrir el exceso de grasa: retira los torreznos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Servir: corta los torreznos en trozos de bocado y sírvelos inmediatamente.
La paciencia y una cocción lenta para que la piel quede crujiente sin quemarse son requisitos indispensables para hacer unos buenos torreznos. Se pueden acompañar con un poco de pan, una tortilla de patatas o una ensaladilla rusa.