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Alerta alimentaria: ordenan la retirada inmediata de unas setas contaminadas con toxina botulínica

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición insta a los consumidores que posean el producto afectado a que se abstengan de consumirlo

Ana Carrasco González

Unas setas / PEXELS

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha emitido una alerta alimentaria de máxima prioridad tras la detección de toxina botulínica en setas en salmuera procedentes de Rusia. Este hallazgo ha desencadenado una retirada inmediata del producto afectado, comercializado bajo la marca Tpyzah, con fecha de caducidad del 20/05/25.

La alerta se originó a partir de una notificación de las autoridades sanitarias de Alemania, comunicada a través de la Red de Alerta Alimentaria Europea (Rasff). El producto en cuestión es la Rúsula blanca común (Russula delica) cortada, envasada en tarros de cristal con el código de barras 4250370532731. 

Síntomas de la toxina botulínica

La distribución inicial de las setas contaminadas se ha identificado en Andalucía, Cataluña y Canarias, aunque no se descarta que haya habido redistribuciones a otras comunidades autónomas.

El producto afectado / AESAN

La toxina botulínica es una de las sustancias más venenosas conocidas, producida por la bacteria Clostridium botulinum. Esta neurotoxina puede causar botulismo, una enfermedad grave que puede ser mortal si no se trata a tiempo. Los síntomas del botulismo incluyen fatiga, debilidad, visión borrosa, sequedad de boca, dificultad para tragar y hablar, vómitos, diarrea y dolor abdominal. En casos graves, la enfermedad puede provocar parálisis y es necesaria atención médica inmediata.

Cuándo se produce el botulismo alimentario

La Aesan ha instado a los consumidores que posean el producto afectado a que se abstengan de consumirlo y lo devuelvan al punto de compra. Además, han solicitado a las autoridades competentes de las comunidades autónomas verificar la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización. Esta información también ha sido trasladada al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) para su gestión y seguimiento.

El botulismo alimentario se produce cuando la bacteria Clostridium botulinum crece y genera toxinas en los alimentos en ausencia de oxígeno, como puede ocurrir en conservas mal preparadas o almacenadas inadecuadamente. La bacteria y sus esporas están ampliamente difundidas en el medio ambiente, pero es la toxina la que causa la enfermedad, no la bacteria en sí. La intoxicación se adquiere por ingestión de alimentos contaminados y no se transmite de persona a persona.

Los alimentos más frecuentes

Los alimentos más frecuentemente asociados con el botulismo son conservas caseras, pescados fermentados, salados y ahumados, y productos cárnicos como jamón y salchichas. 

Es esencial que los alimentos se procesen correctamente para evitar la contaminación y el desarrollo de la bacteria.