La avena es un cereal integral que se obtiene de la planta Avena sativa. Es un grano rico en nutrientes, con un sabor suave y una textura cremosa. Se puede consumir de diversas maneras, como en hojuelas, copos, harina o en formato bebida, donde es muy popular. Es muy saludable: es rica en fibra, en vitaminas y minerales, regula el azúcar en sangre, es saciante y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. No obstante, algunas personas intolerantes deberían dejar de tomarla o al menos considerar hacerlo.
Por ejemplo, los celiacos deberían tener cuidado. Técnicamente, la avena es un cereal libre de gluten. Sin embargo, puede contaminarse con facilidad por el cruce con otros alimentos que sí lo contienen. Por ello, los productos seguros para personas celíacas tienen que tener el etiquetado “certificada sin gluten".
Alergia a la avena
Lógicamente, las personas que sean alérgicas a la avena no deberían tomarla. En estos casos, lo más recomendable es buscar asesoramiento médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Además, algunas personas pueden experimentar malestar digestivo o intolerancia a ciertas fibras que se encuentran en la avena, como los betaglucanos. Los síntomas pueden incluir hinchazón, gases, dolor abdominal o diarrea.
Desventajas de la avena
Por otra parte, la avena es relativamente alta en carbohidratos, por lo que las personas que siguen dietas bajas en carbohidratos o cetogénicas pueden optar por evitar o limitar el consumo de avena para mantenerse dentro de sus objetivos dietéticos.
Asimismo, los diabéticos deben adoptar precauciones a la hora de comer avena por su elevada concentración de hidratos de carbono, aunque estos sean de bajo índice glucémico. Por otra parte, la anemia ferropénica, que es la causada por déficit de hierro, es un serio obstáculo para el consumo de avena en la presentación de salvado de avena.
¿A qué legumbres se tiene alergia con mayor frecuencia?
Las leguminosas son plantas dicotiledóneas cuya principal característica es su fruto o legumbre (semilla contenida en vaina). Las especies alergénicas más importantes incluyen la lenteja, el garbanzo, el guisante, el cacahuete, el altramuz, la judía verde y la soja. El mayor consumo de leguminosas en nuestro medio corresponde a garbanzos, judías y lentejas.
Las legumbres, crudas o cocidas, parecen jugar un papel importante en el aumento de alergias alimentarias, debido a su alto contenido en proteínas, junto a cantidades variables de lípidos y vitaminas. De todas las legumbres, las lentejas son las que más reacciones alérgicas producen en nuestro entorno.