Duele a la vista. Entrar a hacer la compra a uno de los 302 supermercados que tiene Caprabo en Cataluña y pasar por delante de la sección de frutas y verduras duele a la vista. Hasta las manzanas o un solitario pepino van envueltos en plástico.
En ese instante, cuando uno se fija en la frutería de Caprabo, entiende cómo hemos llegado a crear islas de plástico en los océanos del tamaño de Alemania, Francia y España juntas. Por eso, desde Consumidor Global ponemos en el punto de mira las 20 frutas y verduras que Caprabo vende plastificadas y podría ofrecer a granel, como siempre se ha hecho y se sigue haciendo en la mayoría de supermercados.
Caprabo y sus frutas llenas de plástico
No hablamos de arándanos y frambuesas, que son frutas que presentan un riesgo de deterioro o merma y suelen comercializarse envasadas, sino de los plátanos de Canarias, las manzanas golden y las Cosmic Crisp, la pera conferencia, el típico kiwi amarillo Zespri, los mangos, las nectarinas de toda la vida, los aguacates o el resistente jengibre, que puede durar meses.
Tal y como se aprecia en las fotografías, todas estas frutas se venden plastificadas en Caprabo. Pero también la piña y el melón, que sólo se comercializan en mitades envueltas en plástico. “La mayoría de frutas se pueden vender sin envolver y no lo están haciendo”, critica el responsable de campañas de consumo y biodivesidad de Greenpeace, Julio Barea, en declaraciones a este medio.
Verduras plastificadas sin necesidad
No, tampoco hablamos de la bolsa de un kilogramo de zanahorias refrigeradas, sino de un solitario pepino forrado de plástico, seis tomates pequeños, tres tristes pimientos, el brócoli y la coliflor en pequeños envases de plástico (también la cabeza de brócoli entera va plastificada) y del manojo de zanahorias silvestres cubierto de polietileno.
“En el momento en que le metes esa cantidad de envases a la fruta y la verdura, con los problemas que ello conlleva para el medioambiente, es un completo sinsentido”, remarca el experto en transición agroecológica de sistemas alimentarios y activista de Ecologistas en Acción Abel Esteban.
Formatos nada sostenibles
No, no hablamos de las bolsas de plástico de 1,5 kilogramos de manzanas, que también las tienen, sino del despropósito de Florette, que ofrece una bolsa de plástico con 80 gramos de manzana lavada y cortada por 90 céntimos de euro (el kilo de manzana sale a más de 11 euros).
Según el Artículo 7.4 del Real Decreto 1055/2022 de envases y residuos publicado en el BOE, se deben de “presentar a granel aquellas frutas y verduras frescas que se comercialicen enteras”. Por lo que, de las 20 frutas y verduras que Caprabo vende plastificadas, sólo el melón y la piña se salvarían, aunque lo lógico sería vender estas frutas enteras y sin plástico.
Adiós a las frutas y verduras en envases de plástico
Por suerte, las 18 frutas y verduras restantes que Caprabo comercializa envueltas en plástico tienen los días contados, según un acuerdo reciente alcanzado por el Consejo y el Parlamento Europeo. Según dicho pacto, a partir del 1 de enero de 2030 quedarán prohibidos determinados formatos de envases de plástico de un solo uso, como los de frutas y verduras frescas sin procesar.
“Es muy lamentable que en 2024, ante una emergencia de contaminación por plásticos, en vez de ponerse las pilas e intentar eliminarlos, los supermercados todavía cometan barbaridades así. No me extraña que estemos llenos de microplásticos en el organismo”, sentencia Barea. La última palabra, como siempre, la tiene el consumidor.
Este medio se ha puesto en contacto con el departamento de comunicación de Caprabo para saber por qué plastifican frutas y verduras que pueden venderse a granel, pero la compañía, propiedad de Eroski, no ha dado respuesta alguna.